Fue derivada a una unidad de cuidados intensivos con dolores muy fuertes. Le colocarán “una vía central y probablemente asistencia respiratoria”.
“Emy empeoró mucho durante la noche. Nos llamaron a una reunión para decirnos que estamos frente a un estado de mucha gravedad", relataron sus padres en las últimas horas.
Emily Pérez padece desde hace 5 años leucemia linfoblástica aguda. El pasado 21 de abril, después de recaudar 80 millones de pesos en una colecta histórica para Cañuelas, viajó con su familia a España para someterse a un tratamiento llamado CAR-T, en el Hospital de Niños San Juan de Dios de Barcelona.
Hace una semana, la menor de nueve años comenzó con la infusión de las células, uno de los mayores desafíos del proceso. A las pocas horas Emily empezó a sufrir la alteración de los valores, presentando fiebre y bajos niveles de saturación de oxígeno.
Con un cuadro de salud con fluctuaciones y vaivenes anímicos, Emily comenzó a recibir morfina para aplacar los dolores. “Está atada a mil cables, llorando de impotencia porque se quiere ir a casa, llorando de dolor porque las puntadas son intensas. Oremos una y otra vez para que Dios la libere”, expresó su familia en una publicación de Instagram.
Este martes, Emily fue derivada a una Unidad de Cuidados Intensivos. “Son horas de mucha tensión, de incertidumbre. No está pudiendo controlar la fiebre y tiene el abdomen hinchado. Lo que complejiza el cuadro son los dolores post operatorios de la extracción del catéter. La situación es compleja, deben hacer una vía central porque el ‘port a cath’ no da abasto con los antibióticos y las medicaciones que necesitan suministrar en terapia para estabilizar”, contaron desde la cuenta @miayudaparaemily.
Este miércoles, pasadas las 9 de la mañana de Argentina, con una publicación en las redes la familia de la nena confirmó que el cuadro de Emily había empeorado “mucho”. Describieron que "durante la noche, nos llamaron a una reunión para decirnos que estamos frente a un estado de mucha gravedad. Será intervenida para ponerle una vía central y probablemente asistencia respiratoria. Solo la oración nos mantiene en pie”, fue la historia que afligió a la comunidad cañuelense.