Emily Pérez tiene ocho años y desde hace seis padece leucemia linfoblástica aguda. El pasado 21 de abril, después de recaudar 80 millones de pesos en una colecta histórica para Cañuelas, viajó con su familia a España para someterse a un tratamiento llamado CAR-T, en el Hospital de Niños San Juan de Dios de Barcelona.
En octubre de 2022 Emily regresó a su casa de Cañuelas con el anhelo de comenzar una infancia llena de divertimentos y lejos de los tratamientos. “Está bien, está sana”, contó Daniela, su mamá en NacPop TV, horas después de aterrizar en nuestro suelo.
Pero a fines de febrero, dolores muy fuertes en su brazo izquierdo y en la espalda derivaron en la práctica de una punción. Lamentablemente los resultados confirmaron que la enfermedad había retornado por quinta vez, de manera avasallante.
“La infiltración de blastos (glóbulos blancos malignos) presentes en su médula es muy elevado: un 80%”, describió la cuenta @miayudaparaemily en Instagram.
Dos semanas después, este sábado 11 de marzo, los parámetros empeoraron, pero tirar la toalla no está en los planes de Emily y su familia. “¿Cómo la miramos a los ojos y le decimos que ya no hay más esperanza? Que tiene el 90 % de su médula tomada y que nos vamos a casa a esperar que todo termine. Hace 14 días recibimos el resultado del regreso de su enfermedad por quinta vez y estamos angustiados y sin fuerzas. Oramos a Dios por ayuda para transitar este tiempo”, escribieron los padres de la menor, Daniela y Mariano.
“Existe un ensayo clínico que se está haciendo en algunos hospitales de vanguardia en el mundo. Se utiliza en pacientes que tienen características muy particulares, como es el caso de Emily. David –un amigo de la familia- escribió a todos estos hospitales. De la mayoría no recibió respuestas. Y las que recibió requerían muchos protocolos, tiempo, visas y dinero imposibles de resolver en corto plazo”, describieron.
“Pero hubo una respuesta que nos asombró: Desde Singapur nos escribió una doctora. Ella y su equipo médico están dispuestos a atender el caso de Emily.
El ensayo clínico que proponen es combatir la enfermedad a través de un receptor presente en los glóbulos blancos malignos. Esto, desde luego, tiene sus riesgos.
Con mucho respeto las médicas nos dejaron decidir sabiendo que, a pesar de las posibilidades, cualquiera de las dos opciones (quedarnos aquí o viajar a Singapur) son muy complejas y arriesgadas a esta altura. Como padres entendemos que lo mejor será programar un viaje lo antes posible rumbo a Singapur”, confirmaron.
“Decidimos como familia intentar este nuevo desafío, aún mayor que el de España, ya que no sabemos el idioma y queda del otro lado del mundo. Emily ha luchado tanto y ha superado tanto que bajar los brazos ahora no es una opción”, relataron.
Estamos programando viajar lo más pronto posible, confiando que Dios (por alguna razón incomprensible y fuera de nuestros planes humanos) abrirá el camino. Estamos organizándonos para ver la forma de enfrentar los gastos que tendremos. Al ser este tratamiento un ensayo no tiene un costo tan elevado como el de España. Pronto compartiremos más detalles”, informaron.