El comunicado, realizado en conjunto con el equipo de litigio en Derechos Humanos Justicia y Reparación, se convierte en el primer caso argentino que llega a la Organización de Naciones Unidas. A causa de la imposibilidad de acceder a justicia por parte de una mujer víctima de violencia obstétrica, y tras agotar todas las instancias existentes en el país, la asociación tomó cartas en el asunto elevando el caso y acompañando a la víctima ante el organismo internacional.
"El Estado nacional está obligado a adoptar un rol activo en relación a la protección de estos derechos, por lo tanto, esta petición se enmarca en la necesidad de establecer medidas precisas para prevenir y erradicar la violencia hacia las mujeres, pero también elaborar procedimientos legítimos y diligentes para víctimas de violencia obstétrica", señalaron las entidades que elevaron el caso a la ONU.
La activista y miembro de la Asociación Civil Las Casildas, Violeta Osorio, brindó declaraciones en la Fm88.1, destacando que “es un caso común en nuestro país. Es decir: esta mujer podríamos ser cualquiera de las mujeres que vamos a parir en el ámbito nacional”.
Lee las principales declaraciones:
-“La violencia obstétrica en nuestro país está definido como un tipo de violencia sobre las mujeres, es un tipo de violencia de carácter sexual y que desafortunadamente ocurre en casi el 90% de los nacimientos”.
-“Aunque está legislada en nuestro país, no existe ni penas ni sanciones para este tipo de violencia y en otra medida tampoco hay resarcimiento ni reparación para para las víctimas y, lo que es más preocupante, no tenemos garantía las mujeres de no repetición de estos hechos por parte del estado”.
-“La violencia obstétrica nos deja a las mujeres secuelas de distintos tipos, las más visibles, por supuesto, son las físicas que tienen situaciones desde la relación con el propio cuerpo, el rechazo hacia la cicatrices, hacia las heridas, pero también problemas en la vida sexual y reproductiva, problemas para nuevos embarazos, problemas en relación a patologías en el suelo pélvico, tiene un sinfín de problemas que nos acarrea después a nivel físico pero también a nivel emocional y psicológico”.
-“Desafortunadamente, la violencia obstétrica no discrimina, lo que sí hace es expresarse de manera distinta. En el ámbito privado lo que vamos a encontrar es una mayor probabilidad de intervención médica, hechas de manera rutinarias e innecesarias, entonces vamos a encontrar aumento de cesáreas, de episiotomía, de inducciones. En el ámbito público lo que vamos a encontrar es un mayor índice de trato deshumanizado y prácticas que también tiene que ver, justamente, con el maltrato verbal y físico, pero en ambos casos nos vamos a encontrar con que las mujeres atravesamos el proceso con total falta de información, no sabemos qué está pasando, que nos van a hacer, porque nos lo van a hacer y en esa medida no podemos tomar decisiones sobre nuestro cuerpo ni sobre el proceso que estamos atravesando, con los cual nuestra autonomía, nuestra soberanía, se ve permanentemente vulnerada y en esa medida la violencia obstétrica impacta sobre todo en nuestra dignidad y en nuestra integridad”.
Escucha el audio de la entrevista completa: