Después de una doble aparición de serpientes de dos ejemplares de serpientes en el tejido urbano de la ciudad, Gonzalo Álves, guardaparque del Parque Nacional Ciervo de Los Pantanos” de Campana, aportó precisiones sobre el comportamiento de los ofidios y que postura deben tomar las personas ante la aparición de un reptil de esas características.
En el aire de la FM88.1 Álves expresó que “la gente por lo general actúa principalmente por temor y desconocimiento. En la zona que nos encontramos es raro encontrar algún ofidio que sea venenoso o que pueda causar algún inconveniente a las personas que tenga importancia médica, puede haber ejemplares que hayan traído personas para coleccionar y se hallan escapado”.
El especialista que se desempeña hace más de una década en la reserva natural que tiene más de 5000 hectáreas de extensión en las localidades de Río Lujan y Otamendi, en el noreste de la Provincia de Buenos Aires, señaló que las serpientes lejos de representar un peligro para los humanos, son "todo lo contrario, nos ayudan con el control biológico de roedores. Otros se alimentan de pequeños vertebrados, anfibios, peces, es muy raro que haya una especie venenosa en la zona lo que si siempre se recomienda no manipularlos porque pueden causar una mordedura seca que pueden doler. No nos van a atacar a nosotros, no nos van a perseguir”.
“Generalmente ocurren los accidentes cuando nos cruzamos nosotros justo por donde estaban pasando, los pisamos sin querer o viene alguno que lo quiere agarrar porque le llama la atención. Pero lo mejor que se puede hacer es, si estamos en una zona rural, dejarlos que sigan su camino y nosotros hacer un paso al costado y cambiar la dirección de nuestro rumbo. Y si está en un lugar como cuando apareció en una pileta (barrio Los Fresnos) hay que llamar a un servicio como los bomberos que le prestaron una buena ayuda, o tener un tacho con tapa algún recipiente que podamos hacer que entre el animal y reubicarlo en una zona rural para que pueda seguir con su vida. Son animales benéficos, no se le da la importancia biológica que tienen y la primera reacción es matarlos por instinto”, agregó Álves.
Asimismo manifestó que será cada vez más común, en esta parte del año, comenzar a ver serpientes, sobre todo en zonas rurales y campos, ya que “en esta época justamente empiezan a salir de sus lugares, porque son animales de sangre fría. Entonces todo el invierno lo pasan en sus refugios y ahora cuando empieza a salir el sol empiezan a salir y son los primeros movimientos para tomar temperatura y volver a mover el metabolismo. Entonces van a estar muy a la vista de todos y con poco movimiento porque todavía están medios aletargados”.
Una indicación primordial para no ser atacados es no querer manipularlos y dejarlas en paz. “Hay que dejar que sigan su camino porque ellas no nos van a atacar, no nos ven como una presa. Cuando se sienten acorraladas y no le queda otra opción pueden atacar a una persona. Pero tienen que sentirse amenazadas o que no tienen escapatoria, sino ellas van tratar de seguir camino porque no está en su instinto venir a atacarnos a nosotros”.
Sobre cómo actuar al ser mordidos por una serpiente, Álves sostuvo que “si llegan a tener esa mala suerte lo primero que hay que hacer es acercarse a un hospital o a un centro de atención médica. Hay que sacarle una foto y tratar de no agarrarla de vuelta porque puede morder más de una vez. Hay que evitar manipular de nuevo al animal. Los médicos con la foto y como va evolucionando la picadura van a saber qué hacer, hay mucha información hoy en día y si requiere una atención más delicada hay muchos centros que son para animales ponzoñosos y tienen los antisuero para aplicar si es necesario”.
Escuchá la entrevista con Gonzalo Álves: