Este miércoles, a los cinco días de haber llegado a la sala de terapia intermedia en la que está aislado, el “Negro” Ludueña retrató cómo es el día a día de un caso positivo de coronavirus que es resguardado en un hospital.
Desde la habilitación Nº24 del Hospital de la Cuenca, Ludueña indicó que "según la epidemióloga el contagio fue entre el día 1 y 2 de junio. Yo entre al hospital por un ataque de hígado, el médico vio algo raro en los pulmones y acá estoy”.
Reconstruyendo esos días previos a la internación dijo que el día 2 de junio remplazó a uno de los operadores de comando del cuartel de bomberos que estaba un poco decaído, pero sin tener contacto estrecho con él. También estuve en una ferretería y cargando combustible en una de las estaciones de servicio, por eso se me hace muy difícil buscar con certeza donde lo pude haber contraído".
En una nota telefónica en la FM88.1., Osvaldo se sinceró y describió su nuevo mundo, su fortaleza psicológica para batallar los miedos y la revalorización de la vida que está concibiendo en estas circunstancias."Estoy en una habitación de terapia intermedia, estoy muy cómodo no me falta nada. Es una habitación donde hay dos camas, pero estoy solo. En ese sentido siempre fui una persona que mentalmente me mantengo fuerte, me sirven mucho algunos cursos que he hecho en bomberos para mantenerme enfocado, para hacer pequeñas rutinas y hacer que el día pase un poquito más rápido".
Pasa las horas entretenido con “los mensajes de los familiares y amigos. Eso es impagable y te ayuda a hacer que el día sea mas corto". Sobre los controles médicos remarcó que "hay muchísima contención por parte de los enfermeros, te tratan muy bien. Te toman la presión, la saturación y la fiebre. Ellos entran con toda su protección y yo tengo la obligación de ponerme un barbijo cada vez que me atienden".
"Ceno entre las 20 y las 21. El cocinero 8 puntos porque las porciones no son muy grandes”, ríe. “Ayer comí milanesas al horno con ensalada y de postre gelatina”. Después a la noche, antes de “dormir como un tronco me tomo mi tiempo para contestar mensajitos y para ver las redes sociales ".
Salvo algunas horas de fiebre y ese malestar abdominal de los primeros días no volvió a tener síntomas del virus. "Nunca perdí el olfato. Hay muchos asintomáticos, que triplican la cantidad de la gente declarada positivo. A veces te preguntas si no serás un falso positivo. Pero bueno, prefiero quedarme acá y después irme limpito sin poner en riesgo a mi familia, aunque ellos también están aislados. El lunes me harán una hisopado nuevo, pero igual hay muchas posibilidades que me de otra vez positivo".
En la soledad del cuarto, Osvaldo reconoce que lo que más ansía es recuperar el calor de los afectos y las cotidianeidades de la vida simple. “Extraño a mis hijos, a mi señora, mi hogar. Extraño mí vida normal de ir a los bomberos todos los días. Hacer trabajos en el cuartel. De ir a saludar a mí vieja y tomar unos mates con ella. Todo se extraña, pero también aprendes a valorar muchas cosas".
Escuchá a Osvaldo Ludueña hablando en NacPop: