La planta ubicada en la ciudad de Máximo Paz se encuentra en una situación de crisis extrema ante la cadena de presiones políticas y burocráticas lanzada por los organismos dependientes de la cartera nacional que debería promover el crecimiento, o por lo menos la estabilidad, de la cooperativa máximopacense que le daba de comer a 150 familias. "Hace dos años atrás sacaron una resolución donde instaban a que la planta frigorífica como cooperativa no trabajara con matriculas de matarifes abastecedor de comprar y comercializador de carne. Ese fue el primer golpe", comenzó Saavedra.
Respecto al accionar del Ministerio de Agroindustrias de la Nación hacia las cooperativas mencionó que "a finales del año pasado vinieron con una embestida más fuerte y ahora el planteo a nosotros es la desaparición de la comercialización, la compra y el trabajo. Nos exigen formar una sociedad de responsabilidad limitada o una sociedad anónima para poder trabajar. No nos queda otra salida y hemos resuelto en una asamblea que tomaremos ese camino. Lamentablemente no pudimos aguantar más”.
En relación a las 150 familias que viven a partir de los recursos del frigorífico, Saavedra comentó que "así como está endeudada la planta están endeudadas las familias que ya no soportan más esta situación. Si bien hay un acompañamiento del municipio por medio de mercadería para poder aguantar la situación, ya no se puede más. Hay empleados que vienen a comer acá porque no tienen plata”.
Desde el ministerio "no nos consultaron nada, directamente fue una imposición por pedido de los grandes actores de la carne y de las cámaras", aclaró Saavedra y agregó que "la SRL va a ser la que va a explotar el predio, la que va a dar trabajo, o no. Hay que ver económicamente cuanta cantidad de animales puede faenar, cuantos vamos a quedar porque de los 150 no sé cuantos quedaran trabajando".