Después de una veintena de gestiones en 2017 para recobrar las licencias sanitarias y cancelar una deuda con SENASA, el esfuerzo parece haber sido en vano. Los órganos del Gobierno nacional continúan cruzando palos en la rueda de una planta que genera recursos para 150 familias de Máximo Paz.
Generando mayor incertidumbre y preocupación en los trabajadores, ahora la Secretaria de Control Comercial Agropecuario denegó los permisos de trabajar en la planta a las matrículas de los matarifes propuestos por Frigocarne como potenciales proveedores del ganado que reactivaría las acciones de faenado en la cooperativa.
Los socios de Frigocarne permanecen inactivos a la espera de una respuesta del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que según declaraciones del Secretario de Producción, Empleo y Asuntos Agrarios del municipio, Juan Ángel Cruz, “hay una orientación a que la planta se transforme en una sociedad anónima”dijo el funcionario municipal quien se comprometió con la ayuda social a la cooperativa y a gestionar, a pesar de que el Gobierno Municipal no tiene injerencia en la decisión.