En 2023, los vecinos del Barrio Hipotecario tuvieron un fin de año para el olvido: aguantaron más de 40 días sin agua.
El tema levantó temperatura y tras la intervención de la administración del complejo habitacional en Aguas Bonaerenses S.A (ABSA) se pudo normalizar un problema que nació con la edificación del barrio, hace 30 años.
“Después de muchos años de perjuicio por este problema de la falta de presión y falta de agua, lo que provocó que mucha gente se mudara de barrio, finalmente la situación se normalizó después de 30 años”, inició Omar Leiva, administrador del barrio.
“La situación estaba complicada porque no podíamos tener entrevistas con personal jerárquico de ABSA. De tanto insistir, nosotros hicimos obras particulares como cambiar cañerías y después de eso, ellos reconocieron que los defectos eran del servicio que brindaban y no del barrio”, explicó Leiva, que ya había aclarado con este medio el año pasado que los verdaderos inconvenientes se trataron de un problema en el plan edilicio del complejo.
El administrador agregó que “al haber mayor presión de agua, tuvimos que cambiar los caños obsoletos para que el sistema quede solucionado para siempre”, agregó.
Respecto al enojo de los vecinos, se sinceró: “Es entendible que los vecinos no hayan pagado el servicio por la baja calidad. Sabemos que las expensas no son caras, pero a la gente le cuesta”.
Ahora bien, el avance acarreó un precio, un tema que va a traer cola: “Ya hablamos en ABSA sobre el costo elevado, entonces estamos en la disyuntiva de si realmente le corresponde al barrio que tenga medidores o si le conviene a ABSA”.