Mía Spirito le sigue dando lucha a la leucemia. La niña, fanática de Racing, atraviesa uno de los peores momentos en pleno tratamiento oncológico en el Casa Cuna. Su papá, Leonardo, dejó de trabajar para atender a su hija y puso un lavadero en su casa para juntar el dinero y costear las atenciones.
El único sostén económico de Mía es su padre, que le dijo a NacPop: “Tuve que dejar de laburar para dedicarme de lleno a ella y las internaciones. El tratamiento dura un año y tres meses”.
Por el momento, Leonardo y el resto de sus amigos y familiares de Lanús están juntando plata para poder comprar un somier de una plaza con espuma de alta densidad, ya que la niña debe apaciguar los dolores en su espalda con un producto confortable.
Aquellos interesados en colaborar, lo pueden hacer al CVU 0000003100097652800463 o al alias “lavadero.sitio.mp”. Además, está disponible el contacto 1127813192.