IOMA Cañuelas es uno de los entes más concurridos, ya que es el encargado de gestionar servicios y prestaciones sanitarias a los afiliados del personal vinculado al gobierno provincial y municipal como docentes, policías y administrativos cañuelenses, entre otros.
Luego de años de quejas y reclamos por la escasa operatividad en su funcionamiento, la intendenta Marisa Fassi sugirió en 2020 la designación en comisión de la funcionaria Soledad Basavilbaso.
Basavilbaso tomó el cargo en agosto de ese año, incorporó personal que fue costeado por el municipio y dotó de recursos a la oficina para mejorar la atención de sus afiliados.
Pero lo cierto es que pese a gestiones del gobierno local, Basavilbaso nunca fue oficializada como jefa del organismo. Con el reasignación de la delegada anterior, Patricia Peña, -que por la llegada de Basavilbaso había sido trasladada a San Vicente- la funcionaria debió dejar su cargo.
El futuro de Basavilbaso, tanto en la gestión como en el aspecto político, es una incógnita, ya que aún figura como funcionaria del Ejecutivo municipal, pero sin funciones asignadas.