Aquellos que viajan a la ciudad desde el oeste pueden observar el panorama: cerca de tres a cuatro autos quedan carbonizados, por semana, a la vera de la Autopista y las adyacencias. Una tendencia que crece.

En los últimos días, aparecieron tres coches desguazados en la nuevo camino Presidente Perón, que empalma con la Autopista Ezeiza-Cañuelas, de una y otra mano.

Lo llamativo es que la Policía de Distrito Cuatro Bocas, la nueva localidad de Ezeiza, acumula cerca de 10 autos apilados, destruidos por el fuego. ¿Se convirtió en un sitio de descarte o son coches utilizados en asaltos?

La escena es similar llegando a Cañuelas desde la ruta 3, en los kilómetros. Si bien se instaló un nuevo puesto de control en Santa Anita, la brecha es muy larga y las apariciones también se dan en los barrios periféricos. A pesar de las denuncias, la Policía no remueve los autos.

Con las nuevas condiciones del mercado automotor, las empresas concesionarias coparon la parada ofreciendo pagos al instante por autos usados. Pero ya hay varios testimonios argumentando que el valor que se maneja es bajísimo.

Ante el temor y el estancamiento en las ventas en este rubro, varios usuarios optan por el autorrobo o el incendio intencional para obtener una diferencia con el monto asegurado, una acción que está prohibida y que está penada por la ley.