Fernando Celemin es un emprendedor local que conquistó la medalla de bronce en un concurso nacional que premia al mejor Gin. Se trata de un desprendimiento de la Copa Argentina de Cerveza y tiene relación con la proliferación de este producto y el aumento del consumo. Fue la séptima edición del evento que tiene como objetivo incentivar a los microemprendedores y "alcanzar la excelencia en calidad en elaboración de estilos y la gestión comercial", indicaron desde la organización.
Según contó Celemin en diálogo con el periodista Leandro Barni, la bebida se eligió entre una serie de marcas independientes y no entre destiladores caseros. La suya se llama "Spiritu Santo" y se comercializa en La Querencia y Pueblo Escondido, dos emprendimientos gastronómicos ubicados en Cañuelas.
“Me interesó esto del Gin y lo empecé a probar con amigos. Después vino la marca, la botella, la etiqueta y su comercialización”, señaló.
La bebida fué premiada en tres categorías diferentes. Consiguió la medalla de bronce en London Dry, entre 57 productores de todo el país, la presea de oro en Autor, entre más de 50 destiladores nacionales, y conquistó la de plata en Drams, entre los 15 mejores gins del certamen.
El hombre, de 47 años, trabaja con sistemas informáticos, antes se dedicaba a elaborar cerveza y con la irrupción de la pandemia empezó a cursar en la UTN sobre destilados.
“Creo que el resultado de este premio tiene que ver con mi meticulosidad. Elegir bien y llevar todo el proceso, con su temperatura, con mi método. Y pronto me gustaría empezar a crecer y llegar a tener reconocimiento internacional”, asegura.
En tal sentido, tiene como meta participar de la Copa Mundial de Gin, que se llevará a cabo en Londres durante 2024.
Celemin desarrolla sus bebidas en una “mini fabriquita”, como la llama, y con la cual puede producir 200 litros mensuales. Está ubicada en su casa del Country Las Cañuelas. Allí se pudo instalar con un alambique de cobre que adquirió en Mar del Plata. En alguna parte del proceso de diseño y etiquetado recibió la ayuda de su hija, algún otro integrante de su familia y una diseñadora.
Destaca que el Gin “es un producto amigable, que gusta y que al no necesitar de un añejado se facilita el proceso, lo cual es una ventaja frente al whisky, por ejemplo"
“Hice degustaciones con amigos y le he ganado a Bombay. Y al tratarse de un gin local, con productos buenos, no tiene por qué ser más barato que uno internacional", subrayó.