El pasado domingo, el encuentro de la Categoría 2007 de Cañuelas F.C. que participa en la Liga de Buenos Aires fue suspendido porque el entrenador "tambero”, Marcos Bravo, decidió retirar al equipo producto de un acto de discriminación a uno de sus dirigidos.
Un jovencito haitiano de 14 años fue maltratado con connotaciones racistas mientras jugaba un partido de fútbol. El repudiable hecho se originó el pasado domingo en la cancha de césped de sintético del Arín.
El joven es parte del plantel de la categoría 2007, que disputa la Liga de Buenos Aires. En el enfrentamiento que estaba empatado 0 a 0 contra UAI Urquiza, en la disputa de una pelota dividida un oponente del conjunto de Villa Lynch agredió verbalmente al delantero del “tambero” nacido en Haití.
Acto seguido, otro futbolista “albirrojo” y compañero de la víctima reaccionó y respondió con un golpe al rostro del discriminador, que fue expulsado por la provocación oral. El manotazo generó un tumulto generalizado, que concluyó con la decisión determinante del entrenador de CFC, Marcos Bravo, de retirar a su plantel de la cancha.
Esta determinación del DT se fundamenta en que no era la primera vez que el menor estaba siendo ofendido verbalmente por su color de piel. Hay un antecedente en el encuentro frente a San Miguel, disputado en Los Polvorines, donde los insultos provenían del otro lado del tejido, vociferados por espectadores adultos.
En aquella oportunidad, el entrenador de “la 2007” había advertido que si volvía a suceder una situación semejante, retiraría a sus dirigidos de la cancha. Y esto fue lo que lamentablemente se concretó el pasado domingo en el predio de San Juan y República Oriental del Uruguay.