Los vecinos y vecinas de Vicente Casares plantan bandera, otra vez, y se resisten a que un proyecto privado de urbanización llamado “Estilo Casares” disuelva la canchita de fútbol y el campo de recreación que la localidad de Ruta 205 posee al fondo de la Avenida Vicente Casares.
“El sábado pasado, nuestra comunidad se vio sorprendida cuando el nuevo proyecto de urbanización, llevado a cabo por Tierra de Oportunidades que se está dando en el campo que pertenecía a la familia Villanueva invadió nuestro único espacio público de recreación y deporte, la cancha de Vicente Casares. La cancha tiene más de 50 años y está arraigada a nuestras raíces, allí jugaron nuestros padres, ahora lo hacemos nosotros y nuestros hijos, es el sitio donde se practican múltiples actividades, entre ellas, escuelita de hockey, escuelita de futbol, grupos de entrenamiento funcional y de running, además de torneos de jóvenes entre barrios vecinos, caminatas, paseos con perros, y también es punto de encuentro para las tardes entre vecinos y amigos”, señala una carta que presentaron los casarenses en la Municipalidad de Cañuelas.
En sus redes sociales, “Tierra de Oportunidades” se presenta como una empresa cañuelense de bienes raíces que está al frente de la creación de varios barrios residenciales abiertos, con servicios de gas natural, agua corriente y energía eléctrica. Entre una decena de proyectos se destacan “La Liebre”, sobre el acceso de Ruta 205, “Chacras del Alba” en el casco urbano de Cañuelas y el loteo del B° “Santa María”, en Santa Rosa.
“Cuando un vecino publicó en redes sociales fotos de la zanja circular que hicieron sobre la cancha pidiendo explicaciones, en ese momento apareció Augusto Alzugaray -en representación de la desarrolladora- diciendo que van a tomar parte de la cancha para hacer una rotonda y que va a reemplazar ese espacio por otro de 7800 metros cuadrados en cercanías”, detallaron en el escrito dirigido a la intendenta Fassi.
Los vecinos proponen que el proyecto se adapte a la identidad del pueblo y que el distribuidor vehicular, que sería la carta de presentación del barrio abierto, se realice en el contorno del predio, para no afectar la cancha ni la convivencia.
“Queremos seguir usando ese espacio de la cancha que está delimitado por un sendero de 250 metros de perímetro. Es decir, ¡No estamos pidiendo que nos den nada, solo pedimos que no toquen lo que ya es nuestro!”, aclararon.
“Es parte de nuestra identidad como pueblo y como comunidad, es parte de nuestra cultura y es algo que queremos conservar. Es esta la razón que atrajo un desarrollo inmobiliario a este pueblo. Sin esta necesidad de conservar nuestras raíces, nuestra identidad, este pueblo sería un lugar degradado y descuidado”, consideraron los firmantes.
Por último, los vecinos y vecinas de Casares exigieron una respuesta “a tiempo” para “evitar tener que hacernos escuchar por otros medios”.