Según un miembro del personal de salud que brinda servicio en la Unidad Sanitaria de Máximo Paz, el día que se descompensó la menor, la salita contó con la presencia de un pediatra desde las 8 de la mañana y hasta las 18 horas.
Díaz y su esposa llegaron a la sala de atención primaria unos minutos después de las seis de la tarde, manteniendo una comunicación telefónica con la pediatra que realiza los controles y atiende periódicamente a la niña.
La fuente médica a la que consultó NacPop confirmó que la menor fue recibida y examinada por el médico clínico que estaba al frente de la Guardia.
“Es imposible contener la demanda que hay. En Cañuelas somos un batallón comparado con otros lugares, pero no alcanza. Ni en los consultorios privados hay turnos” explicó a NacPop el agente sanitario que prefirió preservar su identidad.
“No se contratan más pediatras porque no hay”, agregó, fundamentándolo con un ejemplo del servicio de Pediatría del Hospital Interzonal Penna de Bahía Blanca, que anunció el cierre de la unidad de terapia intensiva por falta de profesionales especializados en primera infancia.
Si bien los profesionales entienden la postura de los padres de la menor afectada, también aclaran que es muy difícil lograr tener guardias pediátricas las 24 horas en unidades sanitarias, pero que específicamente en Máximo Paz, hay un pediatra que atiende todos los días por consultorio.
Aseguraron que el servicio de atención sanitaria en la localidad mejoró y que “se atienden más de 300 niños mensualmente. Se está armando un sistema de controles de rutina para los bebés y los nenes, que antes no existía”.