El Gobierno nacional anunció el fin de una serie de restricciones por la pandemia de coronavirus, a partir del 1 de octubre próximo, como el levantamiento de la obligatoriedad del uso de tapaboca al aire libre, la habilitación de reuniones sin tope máximo de personas, la vuelta del público a los estadios de fútbol con un aforo del 50 por ciento, y la apertura gradual y cuidada de fronteras.
Pero todo indicaría que la juventud se adelantaría a la fecha estipulada, que ciertamente no quedó clara en el anuncio de la conferencia de este martes por la mañana en Casa Rosada, por lo que horas después debieron aclarar que la medida no era de implementación inmediata, sino que había que esperar al comienzo del mes de octubre.
Hace algunas horas, vecinos de la localidad de Ruta 205 se contactaron con NacPop y señalaron que en las redes sociales y en la calle se está gestando dos festejos de la fiesta de la primavera que prometen ser muy convocantes.
Después de las flexibilizaciones anunciadas esta semana, los jóvenes y adolescentes se preparan para recibir a la “estación del amor” tirando la casa por la ventana.
En una de las historias de Instagram que promociona el “cachengue” del viernes anuncia que cada asistente debe llevar su trago pero que igualmente se va a vender bebidas en el interior. “Ya está, se re piko el viernes. Cero bardo, a pasarla biennn!”.
La coloquial tarjetita de invitación que se desperdigó en las redes para el evento del sábado 25 aclara que el valor de la entrada es de $100 por cabeza, que “hay que traer escabio+jarra” y que la ubicación se pasa el mismo día, para no levantar sospechas. Acá también será paz y amor. “Cero bondi, ya saben. Sino patada en el culo”.
“Este fin de semana va a haber una fiesta clandestina a una cuadra de la casa del director de Inspección, José Belleza. Él lo sabe pero no hace nada. Ya hubo denuncias y el comisario se lo informó, pero las deja hacer. Este finde semana hay una más grande que esperan más de mil personas es una casa quinta de la calle General Saa al 2500”, señaló una vecina.
“La fiesta es totalmente clandestina. El 70% por ciento de los que van a ir son menores. No cuentan con ninguna habilitación o permiso porque ya estuvimos averiguando”, agregó.
La mujer, residente en la zona, indicó que “ya que hubo una el mes pasado y fue un caos".
Este fin de semana hay dos. Una el viernes 24, organizada por I. Pérez, y otra el sábado 25 en la quinta de la familia J. Albornoz. A esa la organiza su hermano y su sobrina”, aseguró.
De acuerdo a la nueva normativa, una fiesta de menos de 1000 personas, a partir del 1° de octubre estaría autorizada, siempre y cuando, sea al aire libre y se cumpla con las medidas de distanciamiento. Lo que sí es competencia del municipio local es si la quinta está habilitada para realizar eventos masivos y si cuenta con las condiciones de seguridad pertinentes para un evento social con entradas, música y venta de alcohol.