En 2019, con solo dos años Matheo Agustín Rincón comenzó a transitar por un extenso camino de cirugías y tratamientos invasivos. El objetivo era superar una serie de adversidades que el destino le puso prácticamente desde el primer minuto de vida.
Y el final fue el esperado. El pasado 5 de julio, a punto de cumplir 4 años, los médicos del Hospital María Sor Ludovica de La Plata le comunicaron a Matheo que después de tanto batallar ya no tenía en su cuerpito células cancerígenas. Ese no fue el único escollo que Matheo dejó atrás poniendo todo, y más, de sí.
"El lunes pasado fuimos a control, estuvimos con la oncóloga para hacer las tomografías y salió que los tumorcitos que tenía en el pulmón desaparecieron y los que tenía en el corazón quedaron muy chiquitos y con las células muertas. Asique nos dieron la noticia de que venció al cáncer. Ahora nos queda saber las secuelas, pero por suerte se lo ve re bien, tiene las defensas muy altas y aumento de peso muchísimo. Mateo venció al cáncer. Le dieron el alta de internación pero seguimos controlando", reconoció Mariana, su madre.
Cuando nació, el 16 de septiembre de 2017, a Matheo le detectaron un tumor sacro benigno que debió ser extirpado inmediatamente. Esa malformación en la cola se generó por la absorción de un hermano gemelo que no llegó a desarrollarse. Es un fenómeno biológico que se denomina "Fetus in fetus" y se define como una masa fetiforme totalmente encerrada dentro del cuerpo del autósito o hermano desarrollado. Es un tipo de gemelo parásito muy poco desarrollado, una formación humanoide creada por un accidente en cierto punto de la formación del cigoto previo a la formación del embrión.
Tres meses después de esa cirugía comenzó a tener dificultades para orinar, por lo que debió someterse a otra intervención para practicarle una vecicostomía y colocarle una bolsa de urostomía.
En julio de 2019 el cuadro de Matheo empeoró y un estudio detectó un tumor testicular de saco vitelino con metástasis en pulmón, corazón, y zona pélvica. Comenzó con un tratamiento de 52 sesiones de quimioterapia y entró cuatro veces más al quirófano del hospital platense.
“Estamos muy contentos. Pero sabemos que está enfermedad es muy traicionera no nos podemos quedar". Estos últimos meses de internación “fueron muy difícil, porque fueron 7 meses sin ver a sus hermanitos. Y ellos tampoco podían venir porque era mucho el gasto, porque no tenemos auto así se hacía muy difícil. También tuvimos que luchar mucho con la obra social, porque es muy difícil con una enfermedad así que las obras sociales se hagan cargo de los medicamentos, tuvimos que poner un abogado para que nos dieran las cosas", aseguró.
“Con la pandemia fue terrible porque Mateo tenía que viajar en auto para no tener riesgo. Cada dos meses teníamos que pagar 5 mil pesos de ida y 5 mil pesos de vuelta, era re difícil. Seguimos haciendo los chequeos en La Plata, y ahora vamos también por el tema de los oídos porque no escucha bien debido a las secuelas de los tumores Nosotros estamos alquilando en el centro porque tenemos nuestra casita en el campo pero la doctora no nos dejaba ir porque era mucho riesgo" por estar alejados de un centro sanitario.
Llena de felicidad, Mariana, su mamá, habló en NacPop TV: