“El merendero arrancó el 27 de junio del año pasado. En el barrio no había merendero, y una tarde arranque haciendo leche, chocolatada y un poco de tortas fritas, y eran 15 nenes”, cuenta Analía Palacios, fundadora del Merendero “Por Una Sonrisa”.
Por las necesidades, la merienda de todas las tardes tuvo que reforzarse los sábados con una olla popular. En la casa de Castro 366 se alimentan los vecinos del barrio, pero también concurren desde Los Aromos y Máximo Paz: “la situación nos está golpeando mal a todos. Nosotros nos ponemos en el lugar de cada familia, sin distinción. Hay algunos que llegan en autos y por ahí se los critica, pero uno no sabe si tienen para comer, por ahí vienen de lejos por un plato de comida”.
Todas las mañanas Analía recorre negocios de Cañuelas con el afán de conseguir una donación para poder llenar la olla de los sábados. Y hasta a veces no tiene otro remedio que ir a la despensa y sacar fiado a su nombre. “Los sábados se llevan su comida y su bolsita de pan. Para la merienda nosotros armábamos una bolsita con torta fritas y una botella con leche, todo higienizado. Ahora no estamos haciendo merienda porque no tenemos leche y harina. Está todo muy difícil y más de una vez pensé en cerrar el merendero, pero como mamá me desespero porque llega el sábado y tenes que decirle a los chicos que no hay nada”.
Analía reveló que creció exponencialmente la concurrencia desde el inicio del aislamiento y que además de los más jovencitos, ahora van “los padres y los abuelos”.
El comedor “Por Una Sonrisa” de La Garita necesita harina, azúcar y leche para hacer la merienda; y papa, carne y cebolla para la olla popular. Todas las donaciones son bienvenidas. Para colaborar pueden contactarse directamente por Instagram y Facebook (“Una sonrisa”) o por teléfono al 02226-15598563.