Ante las limitaciones del aislamiento, el trabajo informal se desplomó y la economía de las familias vulnerables se resintió profundamente. Los ingresos se reducen, falta comida en la mesa y los comedores barriales se convierten en la primera alternativa para asegurar por lo menos un plato al día.
El comedor “Santa Anita”, que funciona en el Km.51 de Ruta 3 (Pellegrini y Estrada), está incrementando la cantidad de porciones para asistir alimentariamente a todos, pero los comensales no paran de incrementarse y los alimentos comienzan a agotarse.
Desde el comedor aseguran qué "desde que empezó la pandemia empezó a aumentar la cantidad de gente y la cantidad de comida a realizar", señaló Ramona Martínez, encargada del comedor.
"Vienen los papas desesperados a pedir si le podemos dar un poco de leche o alimentos para los nenes, la gente esta desesperada", agregó la coordinadora del centro.
A pesar de contar con la ayuda municipal con respecto a los alimentos, dicen estar sobrepasados de familias y no tienen otra alternativa que acudir a la solidaridad para mantener abierto el comedor que alimenta a familias de la zona. "Lo que necesitamos es que nos ayuden con carne, fideos, papá, cebolla, puré de tomate, algo para que tengan un plato caliente durante el día. Ayer hice ocho paquetes de polenta y no me alcanzó para dos personas que llegaron tarde".
"Antes de la pandemia hacíamos 40 platos y ahora hacemos 90. No solo vienen niños, vienen su padres y ahora se están sumando abuelitos que viven solos y no tienen nada. Es mucha gente la que viene, ya no doy abasto”, indicó Ramona, que cerró la entrevista con un frase determinante: “tengo insumos para una semana más y luego ya no nos queda nada".
Contacto telefónico: 02226-15-509424.
Facebook: Comedor Santa Anita.