Axel Miszczuk tiene 25 años y vive en Los Aromos. Se reconoce amante de los animales y el medio ambiente, al igual que su novia. Juntos creyeron que los perros atropellados y abandonados en las calles merecían un final distinto. Y empezaron con esta iniciativa inaudita.
Los perros sin vida al costado del camino son moneda corriente en rutas y autopistas. Axel y su pareja, Melanie de los Ángeles Lucero, decidieron involucrarse para cambiar ésta realidad y contagiar a proteccionistas y perrunos a replicar la iniciativa porque “ellos merecen un final como el nuestro, en paz”.
"Agarro la pala, le digo a mi novia vamos a enterrar un perrito y arrancamos en la moto. Hacemos el pozo, lo enterramos y lo despedimos con afecto. Y dejamos una cruz que hago en casa con maderas con la inscripción ‘un mejor amigo’”, señaló Axel.
“Muchas veces volviendo a casa después de trabajar veo un perrito muerto o me llaman para avisarme y no lo dudo. No me importa la hora. Voy a casa, preparo todo y voy a enterrarlo. Sé que con actos buenos uno atrae cosas buenas y este es mi aporte. Me siento completo y feliz cada vez que voy a darle sepultura a un animal. Me dicen que estoy loco, pero me llena el alma”, reconoció.