Este lunes, vecinos de la calle Pasteur al 50, se llevaron una sorpresa nada grata cuando al abrir la canilla observaron la presencia de abundante tierra y olor a podrido en el agua corriente.

En cualquier recipiente donde se volcara el líquido se apreciaba con facilidad la gran cantidad de partículas flotando, sumado al polvillo (culpable del color marrón que tenía el mineral al salir de las cañerías) que se hundía conformando una nutrida capa negra en el fondo y al desagradable olor que desprendía el agua.

Al constatar que la problemática afectaba a varios vecinos de la cuadra, Mónica, una de las afectadas, resolvió comunicarse con la empresa prestataria en búsqueda de asesoramiento y una rápida solución al grave conflicto: “llamé a un 0800 y la persona que me atendió me trató mal, se notaba que no le estaba pasando lo que a nosotros”, apuntó la vecina y agregó que “les dije que el agua salía negra y me preguntaron si las partículas que se movían eran seres vivos... no puede ser que te respondan así, que te falten el respeto”, declaró enojada.

Por su parte, Olga, otra residente de la zona, destacó que “a mí se me tapó el lavarropas de la tierra que tenía el agua, ya hace varios días que me venía andando mal y ahora sé el motivo”, señaló la frentista del 1° de Mayo.

Finalmente, Luis, dueño de un taller mecánico de la cuadra, observó: “es recurrente que el agua tenga olor a podrido, la semana pasada había salido algo turbia también pero no así”. Y denunció que “mi sobrina tuvo gastroenteritis la semana pasada, obviamente fue por esto… ¿por qué más sino?” disparó y no evitó las críticas a la empresa, que anunció este año un notable incremento en las tarifas.