Este miércoles por la noche, en la sesión del Concejo Deliberante, el cuerpo de concejales trató el proyecto de declaración de la Emergencia Alimentaria.
Entre los argumentos de los espacios políticos surgieron datos estremecedores de la grave crisis social que atraviesa el país y de la que Cañuelas no está exento.
Esteban Sarlenga, presidente de la bancada del bloque FpV-PJ-UC, afirmó que “de entre 80 y 100 familias que el municipio asistía con bolsones de comida paso a recibir entre 700 y 900 pedidos mensuales”, multiplicando así la asistencia nueve veces.
Pero, además, Sarlenga también agregó que “se duplicaron las partidas de ayuda a merenderos y comedores en Cañuelas, Corredor de Ruta 3 y Máximo Paz. También creció considerablemente la creación de más comedores que no solo reciben a niños sino a los padres que piden un plato de comida”.
Pese a todos estos datos brindados, que de algún modo era lo que previamente requería el bloque Cambiemos para avalar la iniciativa, el concejal Rodrigo Ruete, autor del proyecto, impulsó que vuelva a comisión para incorporar más datos a la norma. La idea es que se incorporen más organizaciones sociales y de esa manera se agudicen los datos.
El macrismo celebró la medida porque de esa manera permite que visite la Comisión la nueva Subsecretaria de Desarrollo Social, Mirta Báez, y que aparezcan "estadísticas fundamentadas".
“Necesitamos más estadísticas de Cañuelas. El intendente Arrieta nunca implemento el Instituto de Estadística Cañuelense por eso no hay números. Además, necesitamos que venga la nueva Subsecretaria de Desarrollo Social para saber cuántos chicos desnutridos y mal nutridos hay en el distrito. Es valioso el proyecto, pero le falta la realidad local”, resumió la edil Elisabet Romero.
Cambiemos ganó tiempo para empantanar el debate y el oficialismo dilató la oportunidad de darle un elemento al ejecutivo para que desde su lugar contenga parcialmente a los sectores más postergados.