Son una parte del andamiaje imprescindible, ya que generan el 70 % del empleo y del 42 % del PBI, y a la vez, son el sector más castigado en la carrera la carrera para frenar la inflación. Maximiliano Pisetta Báez, plantó el interrogante en NacPop sobre si los cambios abruptos le darán tiempo a las pequeñas empresas a levantarse.
“Los que generamos verdadera riqueza en Argentina somos las Pymes”, aclaró Pisetta Báez de entrada. Y a la vez, reconoció que “estamos pasando la misma situación que el resto del país, no olvidemos que estamos con una brutal caída del nivel de actividad, una brutal caída de lo que es la producción y también en las ventas”.
Si bien ya hubo avances, como el freno en la tasa AFIP y las ejecuciones, todavía falta: “Necesitamos cambios y reformas que las venimos planteando hace 4 años, el proyecto de ley del movimiento nacional PYME, ahí está todo muy claro, qué es lo que necesita la Argentina para cambiar la inercia de que no se genera trabajo en este país hace 25 años”.
El punto más importante, al que refirió el vicepresidente del MONAPY, tiene que ver con el proceso de estabilización de los precios y que se estimule el rebote de la economía, incentivando la inversión. Es decir, el aumento de costos y precios, tanto de bienes como servicios, hace que la demanda baje (recesión, buscada) y los precios tengan que frenarse (o mejor dicho desacelerarse) en algún momento, en un nivel más alto, pero desacelerando el aumento: “El gran miedo que tenemos es: si los cambios que son necesarios y tenemos que llevar a cabo, va a dar tiempo a que no se caigan un montón de PYMES. No sabemos hasta cuándo vamos a aguantar”.
Y sobre eso, expresó que “ya empieza a haber muchísimo malestar en muchos sectores de la economía, en algunos rubros, los niveles de venta cayeron entre el 30% y el 40%”.
Pensando a futuro, dijo: “La preocupación es mayúscula, lo que más nos preocupa es cómo va a quedar la situación laboral de muchísimos argentinos, ya que hay un montón de empleo negro o gente con planes sociales”.