Una pareja reservó el domingo 18 de diciembre para contraer matrimonio en la iglesia cañuelense, sin imaginar que se iban a topar con una multitud celebrando la obtención del tercer Campeonato Mundial de Fútbol.
Ya con el fixture establecido, Belén -oriunda de Spegazzini- y Roberto -de San Esteban-, definieron casarse por iglesia el mismísimo día de la Final del Mundo. Pero a medida que fue transcurriendo la competición comenzaron a preguntarse qué pasaría si “La Scaloneta” llegaba al partido decisivo.
Tras obtener el pasaje a la final con la goleada a Croacia, los novios debieron reprogramar para las 16 horas la ceremonia cristiana que en un principio debía llevarse a cabo a las 13, pero en ese momento el “señor” debía estar atento a lo que acontecía en el Lusail Stadium.
La pareja y los invitados vieron los penales frente a Francia vestidos de gala y con la conquista consumada comenzaron a trasladarse a la parroquia local para dar el “sí”, tratando de esquivar a los primeros cañuelenses que llegaban cantando “Muchaaaaachos”.
La sorpresa para todos los involucrados, fue cuando ya felizmente casados, caminaron del altar hasta la puerta del templo. Allí se encontraron con una multitud albiceleste que vitoreaba a Messi, Scaloni y, de paso, al flamante matrimonio.
Después de la clásica tradición de arrojarle arroz a los recién casados, Osvaldo, el padre de Belén, contó en NacPop TV cómo fue el domingo de doble festejo.