La Unión Cívica Radical es el partido político más antiguo de la historia de la República Argentina. Y tan antiguo como él, son sus rencillas puertas adentro. En el ADN de la UCR está la discusión política y mucho más la de las distintas líneas de pensamiento que lo integran.
Y si bien el escenario de la pandemia ha hecho que se modifiquen prioridades y contextos, los dirigentes radicales ya trabajan en la conformación de futuras listas que puedan disputar, por ejemplo, las elecciones del comité provincia y del comité local.
Por estos días, la tecnología juega un papel preponderante en el armado de los bandos y la plataforma “Zoom” le da a los dirigentes locales la posibilidad de participar en distintas reuniones, con dos clicks.
Gustavo Posse (intendente de San Isidro) y Maximiliano Abad (junto a Daniel y Sebastián Salvador) son los que buscan disputarse el comité provincia. Y por tal motivo, los dirigentes locales ya empezaron a mover contactos para replicar en Cañuelas los armados de arriba.
La que picó en punta fue la ex concejala Carolina Torrilla. Expulsada del partido en 2011, ya pidió su afiliación con la idea de, en principio ser la armadora de Posse, y si existiese la posibilidad, candidatearse como presidenta.
Por el otro wing, aparece Leonardo Iturmendi. El ex candidato a intendente es muy afín a la familia Salvador y construirá para ellos en Cañuelas. “Noni” tiene hoy el control de la comisión directiva de la UCR y buscará seguir manteniéndola, para ser preponderante en las decisiones de cara a 2021. Junto a él, el doctor Horacio Cabrera y la edil Claudia Pereletegui, son considerados cercanos del mismo grupo.
En estos días la incógnita es cuál será la posición del concejal Ignacio “Nacho” Duhalde. Sabiendo de la importancia de su figura, el legislador participa de reuniones de ambos sectores, y seguramente, buscará mantenerse expectante hasta el final buscando ser la síntesis perfecta de ambos bandos. Si bien es cierto que su cercanía con Fernando Pérez (hoy con Posse) lo podría depositar en el “possismo”, fue parte de varias reuniones del “salvadorismo”.
Habrá que ver para que lado se inclina Polo Pérez Armari, que no cuenta con una terminal política clara en la superestructura y de igual modo intentará buscar protagonismo en el juego.
A quien nunca hay que dejar afuera del mazo es a Guillermo Pérez, histórico dirigente del partido y que con vasta experiencia en los armados internos y clave en la última configuración de la CD. Como marca su esencia, “Tito” buscará poder tener voz y voto en cada decisión.
A estos entuertos habrá que sumarle que estrategia activarán a nivel nacional, provincial y local los socios del PRO, que harán sus respectivos acuerdos con cada sector en pugna.
Lo que sí está claro en el radicalismo es que el que quiera pensar en una posible candidatura a la intendencia en 2023, deberá imponer condiciones en la interna partidaria de las legislativas que se avecinan.