El pasado 21 de noviembre, los dirigentes cañuelenses de la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FeSiMuBo) se congregaron en San Vicente para acompañar a los trabajadores municipales en aquella ciudad, en lucha por el incumplimiento del Convenio Colectivo de Trabajo desde su firma en el mes de julio.
Durante la jornada desarrollada frente a la municipalidad, el intendente de Cambiemos, Mauricio Gómez, respaldado por una impactante cantidad (más de 60) de efectivos policiales, bajó a hablar con los trabajadores y los acusó de entorpecer la negociación por haber llevado “una patota de Cañuelas”. El comentario del mandatario generó un instantáneo repudio y con el correr de los días se ha acelerado tanto la incertidumbre como el estado de crisis gubernamental. 
Daniel Suárez y el titular de Derechos Humanos de San Vicente Hugo Tuduri,
En línea con esto, dirigentes de FeSiMuBo denunciaron una agresión del vocero del jefe comunal y titular de Derechos Humanos Hugo Tuduri, quién sostuvo que los trabajadores “ponen mucho esfuerzo en la movilización pero deberían hacer lo mismo con la tarea laboral”, les dijo en medio de una asamblea.
A raíz de las promesas incumplidas por el intendente -quién durante la protesta aseguró a los manifestantes que entraría en vigencia el CCT- los municipales de San Vicente, con su secretario general (Raúl Alberdi) a la cabeza, resolvieron entrar en un estado de asamblea permanente hasta que se resolviera el conflicto.
En este marco, la comitiva cañuelense fue llamada el pasado jueves a brindar apoyo nuevamente a los trabajadores sanvicentinos, quienes alertaron a sus pares de un intento de desalojo por parte de la policía.
Al llegar al lugar, las dos dirigencias lograron conjuntamente frustrar el intento policial de desarticular la asamblea por la fuerza.
Cabe destacar que en la mañana del mismo jueves, se sumó a la lista de agravios de parte de los funcionarios hacia los trabajadores un vergonzoso comentario de la Inspectora Administrativa de Trabajo, María Laura Rosales, quien tras la negativa de los manifestantes de firmar el acta de asamblea para elevar al Ministerio insultó a los trabajadores: “Son muy maleducados, yo estoy trabajando, no me estoy rascando las pelotas como ustedes ...”.
Finalmente el conflicto se destrabó sin negociación de por medio, debido a que se dictó la conciliación obligatoria desde el Ministerio de Trabajo de Almirante Brown.
De acuerdo a la información a la que tuvo acceso este medio, desde el bloque del Frente Para la Victoria de San Vicente siguen de cerca y con preocupación la situación de la comuna porque "estamos entrando en un conflicto que de no resolverse deparará en crisis de gobernabilidad".
