Jacqueline Assaro, es una vecina de Cañuelas. En diciembre de 2019 se dirigía a Virrey del Pino y fue abordada por un grupo de delincuentes armados, que le arrebataron su vehículo, un Chevrolet Corsa, modelo 1997.
Cuando ya había perdido todas las esperanzas, una llamada le cambió la vida. Del otro lado, una persona le dijo que había comprado el vehículo y cuando quiso realizar el “08” en el registro automotor le dijeron que la firma de la titular era dudosa y que era necesario legalizar los trámites con la vendedora en persona.
Assaro con miedo a la respuesta, le explicó que el vehículo se lo habían robado hace dos años, en la zona de La Matanza. Esa misma noche, recibió la llamada de la madre del comprador que le dijo que ellos lo habían comprado de buena fe a un valor de $60 mil pesos, el 22 de enero de 2020. Pero que el “Corsita” era de ella y se lo iban a devolver.
Después el gesto humanitario de la familia hacia Jacqueline, ella quiere recompensarlos y realizará una recaudación solidaria para recomponer el dinero que los compradores gastaron en la estafa y en el arreglo del vehículo.
Mirá la entrevista a Jacqueline Assaro: