"Mi compañera del local me llama por teléfono y me dice que habíamos tenido una compra grande y 'linda', corroboró que la tarjeta fuera legal y demás, y a la hora me llama llorando para decirme que nos habían estafado, que la tarjeta era trucha y que a estos muchachos los habían agarrado", manifestó Luna, encargada de Kevingston, una casa de ropa ubicada sobre la calle Del Carmen.
Otro de los puntos para los delicuentes fue el local de lencería "Luna" ubicado en la avenida Libertad. Allí realizaron una compra de 16 mil pesos utilizando una tarjeta trucha y, además las dos mujeres sustrajeron indumentaria. "La actitud de ellas era que una nos distraía y la otra seguia revisando a la espera de poder agarrar algo", expresó Anabella, empleada del local.