El miércoles 29 de abril la Policía Comunal de Cañuelas acudió a un llamado que alertaba sobre un suicidio una niña de tan solo 13 años, en una vivienda de la calle Mosconi al 600 del barrio La Unión.

Alfredo G., el dueño de la casa y tío de la víctima, contó en ese momento que llegó de trabajar pasadas las 13 horas y se encontró con su sobrina muerta por ahorcamiento, colgando de una soga.

Según voceros policiales, la menor solía quedarse a dormir para cuidar a su primito de solo 6 años, mientras Nancy O. y Alfredo G., los padres del chiquito, iban a trabajar.

La versión primaria indica que Alfredo G. salió rumbo al peladero donde se desempeñaba como empleado a esos de las cuatro de la mañana y que cerca de las 7 de la mañana de ese día fatal Nancy dejó la casa para ir a trabajar y dejó a Melanie con su primito menor en el interior de la vivienda.

Supuestamente seis horas después, pasadas las 13, Alfredo G. retornó del empleo y fue él quien primero encontró a su sobrina con una cuerda atada al cuello, colgando de un tirante del techo y desesperadamente actuó para bajar el cuerpo, pero ya estaba sin vida.

En ese momento, de acuerdo a las primeras observaciones la nena no presentaba signos de violencia visibles. La Fiscalía N°2 a cargo de la fiscal Norma Pippo solicitó los peritajes correspondientes y una operación de autopsia en los restos de la menor para determinar el causal de muerte.

Casi un año después, Viviana Ocampo -la madre de Melanie- y Lucía, hermana de la víctima, están convencidas que la niña de tan sólo 13 años tenía una vida llena de proyectos y que nada hacía suponer que iba a tomar una decisión de esa naturaleza.

En su teoría Viviana sostiene que Melanie fue asesinada para encubrir un abuso sexual y que el escenario del suicidio era un montaje del supuesto homicida, que incluso contaría con la complicidad de Nancy su propia hermana y tía de la nena.

Viviana confiaba en que la autopsia solicitada por la fiscal Pippo en el inicio de la investigación iba a echar un manto de verdad sobre el caso y que iba a comprobar su hipótesis de que Melanie no se había quitado la vida. Esa idea de la madre de la joven se basaba en que una semana antes del hecho Melanie le confió a su hermana Lucía que su tío la tocaba cuando se quedaba a dormir en su casa.

Este viernes, Viviana reconoció en Crónica TV que de forma recurrente Alfredo G. –que a su vez es su cuñado- le envía mensajes de carácter sexual, además de violar la medida de restricción de acercamiento que pesa sobre él. Aunque desde el vamos es difícil de cumplir porque viven a una distancia menor de la que la justicia dictaminó en el fallo. Por esta particularidad Viviana y Lucía recibieron un botón antipánico.

A su vez Viviana señaló que solamente recibió un informe parcial de la autopsia, el cual puntualiza que Melanie murió por asfixia mecánica pero sin detallar si fue por ahorcamiento o por estrangulación, según los médicos forenses dos fenómenos fáciles de distinguir.

“Hace un año que no nos dicen nada. Yo estoy desesperada, cierro los ojos y veo a mi hija colgada. No me puedo sacar esa imagen de la cabeza. Y este hijo de pu… libre, riéndose en nuestra cara”, indicó angustiada Viviana en la puerta de la casa del acusado, quien estaba en el interior junto a su pareja, su hijo y dos policias. Afuera, con lluvias intermitentes aguardaba una flota de patrulleros y un sinfín de uniformados que estaban apostados sobre la calle esperando una orden de la justicia para intervenir o, simplemente, para impedir una posible pueblada.

Cerca de las 22, la policía se retiró del domicilio sin realizar aprehensiones.