Este jueves, el predio del Estadio Arín amaneció con la edificación dañada. En esta oportunidad, la activación de la alarma les imposibilitó a los ladrones llevarse pertenencias de la institución. En el primer robo lograron sustraer mingitorios, inodoros, pelotas, una heladerita, un motor, una bomba y un bombeador. En las posteriores tres entradas solo realizaron destrozos en las instalaciones, rompiendo rejas, ventanas, vidrios y sanitarios.
Según un descargo del club en las redes sociales es el cuarto ataque desde que comenzó el período de confinamiento. ”Más allá del propósito de robo, la saña, la capacidad de daño, el desprecio por los bienes de un club que disfrutan niñas, niños, jóvenes y deportistas adultas y adultos, nos irrita”, indicó el “rojo” en una publicación.
“Solo lacras, mal nacidos, gente sin ninguna capacidad de empatía, puede tener este tipo de actitudes”, remarca el escrito que además señala que tienen a los autores perfectamente ubicados y que van a reclamar castigos severos.
“Es una burla a nuestro esfuerzo físico y económico, un ataque ético, moral y comunitario que directa o indirectamente nos afecta a todos”, cierra el indignado mensaje.