El frustrado robo se dio en una vivienda del barrio Sarmiento, cuando dos delincuentes ingresaron a una vivienda forzando la puerta de calle.
Desde las 12 la noche los perros ladraban con insistencia como lo hacen cuando ven movimientos extraños, por lo que el vecino intuyó que los malvivientes ya andaban merodeando la cuadra.
Cerca de la una de la mañana, el propietario de la vivienda ubicada en calle Sarmiento al 1600 sintió un ruido en la entrada y sospechó que estarían por ingresar a su casa. Y decidió esperarlos tras la puerta, del lado de adentro.
Cuando el delincuente más fornido logra derribarla con el hombro, pero jamás creyó que iba a ser sorprendido con trompadas. “Gracias a Dios los pude sacar. Había sentido un ruido en la puerta. Se ve que la habían estado laburando. La volteó con el cuerpo y cuando cayó lo estaba esperando. Cuando vi que no tenía cuchillo ni arma lo encaré. No me acuerdo mucho por la adrenalina del momento, pero tengo la mano lastimada”, reconoce la víctima.
Según lo narrado por el vecino eran dos ladrones, “un mayor y un menor, que me parece que escaparon en bici.
Por los ruidos y los gritos de la trifulca, al menos tres vecinos llamaron a la policía, que según cuenta el damnificado tardó un poco. “Pero por lo que sé es que se retrasa el aviso del sistema del 911 al avisarle a la comisaría local”, y es que por eso decidieron publicar en el grupo de seguridad del barrio el número telefónico de la dependencia de Cañuelas.
La víctima contó que desistió de hacer la denuncia porque el año pasado la familia sufrió dos hechos delictivos y debieron esperar más de tres horas en la comisaría para poder radicar el descargo.