En absoluto silencio y caminando, una columna conformada por los seres queridos de Alex acompañó el cortejo en el trayecto que unió su barrio con el cementerio local donde descansaran sus restos.
La hilera que escoltaba el coche fúnebre era encabezada por la mamá, el papá y los hermanos del joven atropellado y asesinado el pasado domingo por Rodolfo Sánchez, el único imputado por homicidio agravado por alevosía, quien en el mismo momento de la procesión estaba llegando a la Fiscalía Nº2 para declarar ante la fiscal de la causa, la Dra. Norma Pippo.
Con pancartas de “Justicia”, los familiares y amigos llegaron al cementerio para despedir con sumo dolor y angustia a un pibe de 16 años, al que le arrebataron la vida con desprecio mientras junto a sus amigos cazaba liebres para comer.
En medio del triste entierro, su mamá Claudia, sufrió una crisis de nervios que derivó en un desmayo. Fue trasladada al Hospital Ángel Marzetti para estabilizarla.