El domingo por la tarde se desató una revuelta vecinal en Máximo Paz, en una casa de Azara al 700, en el barrio Altos Verdes. Cansados por los hechos delictivos, presuntamente protagonizados por integrantes de dos familias, un grupo de 50 habitantes de la zona decidieron echar a las familias Ramírez y Guerrero del barrio.
Según la versión de los damnificados los Guerrero fueron a comprar cigarrillos a un kiosco cercano y como ya no era horario de venta se les impidió la compra. En forma de revancha por la negativa de venderle los cigarros, volvieron más tarde y robaron el comercio. “Los vecinos se enteraron, fueron a la casa y encontraron las cosas robadas adentro”, contó un vecino.
Ante la agresión la familia Ramírez agarró sus pertenencias y se fue sin presentar resistencia. Los Guerrero, en principio se opusieron al desalojo y confrontaron con los vecinos. Pero ante las agresiones de al menos tres vecinos y la mirada de más de 50 personas que rompieron la cuarentena para ver los incidentes, debieron abandonar la casa que ya había comenzado a arder.
La policía de Máximo Paz y la policía comunal de Cañuelas concurrieron para impedir que la disputa se agrave aún más y los Bomberos Voluntarios de Alejandro Petión llegaron al lugar para controlar los focos ígneos, que ya generaban una intensa columna de humo negro.
No hubo detenidos, pero se logró identificar a por lo menos tres instigadores y autores del ataque.