La esquina de Salta y Finocchieto se convirtió en una zona de temor para los vecinos del barrio San Ignacio. Una banda de adolescentes, sea de día o de noche, acecha a los vecinos que pasan y con la impunidad de ser menores amenazan y lastiman sin piedad. Ya suman varias denuncias y detenciones, pero la minoría de edad los deja en la calle nuevamente.
Este último sábado dos de ellos ingresaron a una vivienda vecina de Houssay. Eran las 3 de la mañana y en el interior estaba la dueña de casa con su nieta. Forcejearon la puerta, se metieron, golpearon en el rostro a la jubilada y escaparon con una bicicleta.
La niña alcanzó a escapar y dio aviso a su papá, que al tomar dimensión del hecho fue hasta la casa del delincuente que vive a una cuadra. Pero todo empeoró: lo corrieron con un machete y a escopetazos por la vía. Después de un enfrentamiento con la policía el menor fue aprehendido, pero recobró la libertad a las pocas horas.
Un audio de un familiar –filtrado en WhatsApp- del baleado advierte que el hombre tiene heridas de 18 perdigones distribuidos en la cara y en el cuerpo, y un dedo del pie quebrado. Por otra parte, aconceja no pasar por la esquina bajo ninguna circunstancia.
El lunes por la madrugada, una mujer que iba junto a tres niños fue asaltada en la misma esquina. Pidió auxilio a los gritos pero ya era tarde.
Días antes abordaron a un menor con golpes de puño para robarles los botines de fútbol. Además es común que detengan a los ocupantes de las bicicletas para “pedirles” plata a cambio del pase libre; o que, desde la oscuridad, arrojen piedrazos a los autos para que estos detengan la marcha y así poder robarle las pertenencias a los conductores.