Tras su reciente salida de Cañuelas FC, Cristian Aldirico habló en exclusiva en NacPop, en el programa “4-4-2”. El porqué de su alejamiento, la apuesta por los Juveniles, el trabajo de los técnicos en el Ascenso y la llegada de Bautista Pelorosso y Nahuel Ortiz, fueron algunos de los temas.
“Perdimos más de lo que esperábamos y lo peor es que fue seguido. Mauro (Arrieta-presidente)) me llamó el domingo a la noche y decidió terminar el vínculo”, contó Aldirico.
Y aclaró: “En el fútbol los procesos van de la mano de los resultados, pero esperaba terminar el torneo. Si hubiésemos tenido tres puntos más, estaríamos hablando sobre el partido que viene”.
Respecto a su estadía, comentó: “Hablaba con todos los dirigentes, había una buena relación en el día a día. Sigo pensando lo mismo sobre la clase de gente que me recibió”.
“Sabíamos que arrancábamos en desventaja con la jerarquía y la experiencia. Cambiamos el rumbo, nos hicimos más intensos, pero entre expulsiones y bajas llegamos a tener a cinco muchachos afuera, y ahí nos quedaron pocas alternativas”, continuó el “Polaco”.
Y en ese sentido, siguió: “La decisión fue desde un principio darle espacio a los Juveniles. Los refuerzos que llegaron estuvieron por debajo del nivel, que tiene que ver con el rendimiento del equipo. Nos tocó un año de AFA donde están penando las faltas con expulsiones y eso nos perjudicó”.
“Apostamos a cimentar un trabajo de chicos que ameritaba un riesgo. Hay una realidad, las categorías juveniles de Cañuelas FC son superiores al resto en la categoría. Nadie hace lo que hizo la institución: los equipos más débiles, Victoriano Arenas o Ballester, van a buscar jugadores de otros lados”, aclaró el ex técnico.
Y hablando sobre el futuro del CFC, expresó: “Hay que seguir mejorando la adaptación y hacer un trabajo individual con los chicos para que lleguen de la mejor manera en la Primera. En Inferiores no se valora el trabajo, no hay formadores, hay técnicos. Los chicos tienen que trabajar la potencia, la técnica, etc. Hoy laburan la táctica, pensando en los partidos”.
“Los chicos entrenan la mitad del año. Arrancan el 20 de enero y terminan el 15 de diciembre. Pierden un mes y medio y por mes tienen seis días libres y más los días que no se juega, ya que cuando hay partido hay jugadores que compiten y otros que no. En la previa a los días de partido, la práctica es liviana. Las Inferiores es lo más importante, es la pretemporada para la Primera”.
También sumó un factor de la actualidad: “A esto hay que sumarle que los pibes hoy no juegan a la pelota. Es más, es beneficioso que jueguen torneos barriales, porque suman estímulo y aprendizaje”.
En cuanto a las decisiones de su paso por Cañuelas, aclaró: “Jugué sin delanteros porque los jugadores estaban lesionados. Y hay muchas cosas lindas que tiene el fútbol, pero que se alejan del profesionalismo. Jeremías Heidenreich es un punta que necesita de la asistencia y no encontramos a su acompañante”.
Cuando le preguntaron sobre qué jugador podría llegar a Primera, sorprendió: “Kevin Silcan, mejorando algunas cuestiones, tienen cosas interesantes. Se puede plantear un proyecto para ‘B’ Nacional o Primera, pero hay que mejorar la calidad de los entrenamientos”.
Y en esta línea, continuó en NacPop: “De Cañuelas me llevaría a Gerónimo Patritti, aunque con su expulsión perdimos la bandera. Otro es Tomás Scelzi, quien tiene el gol impregnado en el movimiento. En el club hay un futuro importante, pero no termina de ser futuro”.
Sobre el final, reconoció que recibió más de una vez a la dupla Pelorosso-Ortiz: “Tenía vínculo. Es más, les dije que tenían que ir a ver todos los entrenamientos, aunque la realidad que a veces es difícil por las obligaciones. Tienen el gen del club y el conocimiento de los chicos. ¿Lo negativo? La experiencia de la Primera, pero eso se gana con el correr de los partidos”.