En las últimas horas, las autoridades locales lograron suspender la organización de una fiesta clandestina que se iba a desarrollar en una quinta del barrio Los Nogales.
El accionar para impedir la juntada comenzó cuando la promoción de la “pool party” -fiesta en la pileta- llegó a las manos de las fuerzas de seguridad del Destacamento de Alejandro Petión.
El personal policial notificó al Juez de Faltas local, Dr. Fabián Silveti, quien comenzó un procedimiento para garantizar el cumplimiento de las normas que impide la realización de eventos comerciales en propiedades que no estén habilitadas para tal fin.
El procedimiento incluyó la realización de un acta de notificación e intimación dirigida al propietario de la quinta donde se planeaba llevar a cabo la fiesta.
La fiesta estaba convocada para el domingo a las 12 horas. La publicación que giró por Instagram remarcaba que las entradas en puerta costaban $3.000 –anticipadas $2.000- y había que llevar bebida.
A fin de año, el Gobierno municipal había informado que “está prohibido realizar eventos comerciales en casas quintas y barrios residenciales de Cañuelas sin la habilitación municipal correspondiente. Esta medida busca evitar ruidos molestos y garantizar la seguridad de las personas. Evite multas y respete las normativas vigentes”.
Los controles se agudizaron aún más después de la muerte de Agustín Quiñones, un chico de 18 años que fue asesinado de un tiro en la puerta de una fiesta privada que se estaba desarrollando el pasado 15 de diciembre en San Esteban.