Mariana Núñez es la tesorera de la Asociación Sindical de Trabajadores Municipales de Cañuelas, sindicato -adherido a Fe.Si.Mu.Bo- que nuclea a los trabajadores municipales de Cañuelas y que tiene a Daniel Suárez como secretario general.
Según Núñez, desde hace un año vive un infierno debido al atropello laboral y psicológico. Sus estudios arrojaron “trastorno depresivo mayor”, por estrés.
“Hace un año empecé a quedarme sola y el secretario empezó a ir desplazando a gente. Hay trabajadores que siguen figurando, pero nunca cumplieron el rol por el que fueron votados. Otros fueron amedrentados y corridos”, inició Núñez en NacPop.
“Lo que ocurrió tiene que ver con la autoridad absoluta, no se siguieron los pasos de entrada y en el medio hubo mucha violencia. Me han amenazado, hice todo a pulmón y quería trabajar para el bien de los compañeros y resguardar los derechos de los trabajadores, pero no hubo caso”, prosiguió la presunta víctima que se contactó con este medio para hacer público su caso.
“Me han excluido de mis funciones, como le pasó a la mayoría. No tenía ni voz ni acceso a determinados lugares. Una vez me pidieron una llave para hacer una copia y luego no me dejaban quedarme más tiempo, ya que el secretario metió gente allegada a él”, comentó Mariana Núñez, quien agregó que “estos empleados que él puso son personas muy allegadas, que no eran empleados municipales. Son personas que él hizo contratar y les dio el lugar pagándole horas extras más el sueldo”.
"Se tornó un ambiente horrible, donde las personas que se han ido tuvieron problemas graves. Además, como decía él, ‘era amigo de todos’. A lo último ya no se me informaba nada y en un audio me ha llegado a decir que haga lo que quiera y que me siente a ‘tomar mates y mirar videitos como haces siempre’. Así era con todos, se ejerció una violencia general”, apuntó contra Suárez.
Y en relato, describió uno de los hechos que la impulsó a recurrir a la Justicia: “Un día ingreso y noto faltante de dinero y las cámaras apagadas. Hice la denuncia y desde ahí tomé cartas en el asunto para que la justicia y la federacion actúe, ya que yo no me encuentro habilitada para realizar transacciones”.
En total, son dos las denuncias, una por el hecho relatado y otra por la violencia ejercida, que se radicó en la Comisaría de la Mujer.
Sobre el final, describió su drama en su vida personal: “Con mucha bronca y con un estado de ánimo muy malo, tuve que ir al médico: paso días sin dormir, nerviosa, llorando. Transcurrí tiempos muy difíciles. Tengo licencia por estrés laboral debido a un trastorno depresivo mayor”.
