En la primera fecha del Torneo Apertura la Primera B Metropolitana, Cañuelas visitó a Villa San Carlos en Berisso. La jornada se desarrollaba de forma ordinaria en Berisso. En la segunda etapa, el “celeste” encontró la apertura del marcador por medio de un golazo de Alexis Alegre.
Tan solo 3 minutos después, el partido se vería detenido porque desde el sector de la popular local, ubicada a escasos metros de donde se posicionaba Lautaro Suárez Costa, voló un explosivo que detonó muy cerca del oido izquierdo de“Tato”. El estruendo aturdió al lateral del "tambero", que no pudo reincorporarse y debió ser trasladado al Hospital de Berisso. En virtud de esta agresión, el arbitro Mariano Negrette, decidió suspender el partido.
Horas más tarde, la institución de Berisso presentó un comunicado oficial, donde manifestó que el culpable y lanzador del petardo, fue un menor de 8 años, tras el descuido de su progenitor que era quien lo acompañaba.
Aun resta conocer la resolución del Tribunal de Disciplina de AFA, basada en el informe realizado por Negrette.
Suárez Costa habló en la tira deportiva de “4-4-2” y sostuvo que "por suerte no fue nada grave. Vi la explosión de costado, se me taparon los oídos y me maree. Intente pararme pero estaba bastante aturdido y me di cuenta que no podía seguir”.
“Me tomó de imprevisto, porque solo vi cuando exploto. Hablé con Trombetta y también quedo un poco aturdido. Los jugadores de Villa San Carlos, también recibieron partes del petardo”, contó "Tato".
“Estaba todo tranquilo, nunca nos imaginamos que esto podía llegar a pasar porque no era un partido caliente. Yo me recupere más o menos cuando estaba llegando al hospital, me asuste al principio por el aturdimiento, pero me fui recuperando de a poco. Me pare, pero enseguida me di cuenta que no podía continuar”, aseguró
“Los jugadores de Villa San Carlos me dijeron que esté tranquilo, que no me apure y que si no podía seguir que no había problema. Cuando estuve en el hospital, se presentó el intendente de Berisso que me dijo que un nene de ocho años fue el que tiró el proyectil. Ahora, si un niño de esa edad entró con eso a la cancha, es algo muy grave, aunque yo no creo que haya sido así”, consideró Suárez Costa.
“Cuando llegue al hospital, me revisaron los oídos, me pusieron suero y me dieron un turno para hacerme una audiometría. Después del hecho, el árbitro del partido me llamó para ver cómo estaba”, agregó el defensor.