Para Cañuelas el Apertura no fue el debut soñado en la B Metropolitana, ni el campeonato que daba vueltas en la cabeza de cualquier dirigente o simpatizante el día después del ascenso.

Habiendo vivido una primera parte bajo la dirección técnica de Martin Perelman, con un sistema innovador pero con escasos resultados, y una remontada posterior con la llegada de Fabián Zermatten, Cañuelas terminó el campeonato en la anteúltima colocación y arrancará el Clausura a 13 puntos del reducido.

En una transición sin descanso el "rojo" hizo uso de las cuatro incorporaciones permitidas por el reglamento y concretó los arribos de Matías Maidana, Mateo Bustos, Diego Castañeda y Román Martínez.

A pocos minutos de haberse confirmado el pase del experimentado Román Martínez, habló en el aire de "4-4-2" el presidente del "tambero", Daniel Roncoli, quien manifestó que “nos da ilusión la llegada de Román. Sin lugar a duda es el arribo más resonante de la historia del club. Por el trato que tuvimos con él y lo que vimos en los entrenamientos, es muy humilde, algo que se debe resaltar en un jugador de su envergadura”.

La chance de que Martínez llegue se dio porque “tiene una relación estrecha con Gastón Díaz, que es el ayudante de campo de Fabián. Después de rescindir con Tigre, él quería seguir jugando y Gastón lo sedujo para que venga. Creo que fue importante no haberlo presionado”.

Por otro lado, se refirió al regreso de Maidana diciendo que “es emblemático para el club y es todo más fluido con él. Es una figura importante y siempre se mantuvo respetuoso para con la institución. Para nosotros es un hecho feliz, porque no solo reconocemos sus dotes como jugador, sino también como persona”.

Desde la comisión directiva sobre el mercado de pases, consideran que se logro "cumplir con las necesidades y objetivos que había propuesto Zermatten. No terminamos el torneo como hubiésemos querido. Estamos asimilando la negatividad deportiva de la competencia anterior. Hoy estamos con un poco de sabor amargo. Creo que en líneas generales, ningún rival nos superó ampliamente”.

Aunque los resultados no fueron los esperados, Roncoli cree que hubo objetivos que se cumplieron. “El fundamental es que no nos apartamos de la idea conceptual que tiene el club. Sabíamos que no podíamos apartarnos de una línea de trabajo, que fue lo que nos trajo hasta acá. Otro aspecto es no abandonar el crecimiento de los chicos de inferiores”.

Pensando en la segunda parte del año el pope reconoció que “nos gustaría hacer una segunda parte del torneo muy buena, con la aspiración de alcanzar alguno de los puestos de definición”.