Tras más de un año y medio, las divisiones inferiores retomaron la competencia. El viernes de la semana anterior, se efectuó el reestreno contra Los Andes, pero el entusiasmo duró muy poco, ya que en las últimas horas AFA comunicó que suspende hasta el 21 de mayo todas los campeonatos juveniles.
En la actualidad, la totalidad de las divisiones inferiores del “tambero” tienen dos coordinadores, Esteban “La Garza” García está a cargo de Séptima, Octava y Novena, mientras German Sassone, coordina Cuarta, Quinta y Sexta, además de dirigir a la Reserva.
German Sassone diálogo con el programa "4-4-2" y señaló que “los chicos tenían mucha ansiedad por volver a las canchas", sobre todos los más jóvenes, ya que "Cuarta y Quinta pudieron jugar torneos de verano en febrero”.
La situación epidemiológica no devasto a los planteles porque “se mantuvieron la mayoría de los chicos, incluso los que venían de categorías inferiores. Los cambios de cuerpo técnico en Primera y juveniles hizo que cuando arribamos en enero, el primer objetivo sea rearmar la actividad. Es importante reconocer desde la organización que permitió que hoy tengamos todo al día, con revisiones médicas completas. Decidimos no liberar a ningún jugador después de un año de pandemia, no nos parecía correcto”.
El ascenso a la B Metropolitana colaboró a mejorar el nivel de juveniles porque “genera nuevos valores en los chicos, invitando también a otros que quedaron relegados de equipos de otras divisiones. Eso fue parte del reordenamiento", remarcó Sassone
Por otro lado, se trató la parte psicológica de los chicos y las afecciones que generó el año de inactividad, que hicieron que “algunos juveniles decidieron dar un paso al costado en el camino. En otras situaciones, buscamos adaptar todo para que los chicos no dejen el futbol y puedan crecer en su vida”.
Como objetivo para las categorías formativas “queremos que los jugadores lleguen de la mejor manera para el equipo de Primera. Tienen que estar preparados para cuando se los requiera en el plantel superior. También tenemos un fin social, que busca armarlos para que sepan que no todos llegan. Y ante esto, queremos que cuenten con las herramientas para continuar su vida por otro lado”.
Para profundizar más en la idea de que no todos se logran llegar al profesionalismo, el entrenador marcó que “sobreviven muy pocos, e incluso los que llegan muchas veces no viven de la profesión y deben contar con otras opciones. Que estudien, se capaciten y crezcan intelectualmente, es lo mejor que pueden hacer, porque ahora tienen tiempo para hacerlo. Creemos que es parte de nuestro trabajo formarlos como personas”.
Por último, reconoció la labor de la dirigencía, subrayando que “me ha tocado trabajar en muchas instituciones, pero pocas son como Cañuelas. En prácticamente todas las jornadas hay dirigentes presentes, atendiendo las necesidades de los chicos”.