Luego de 15 días inactivos, el equipo cañuelense volvió al ruedo oficial en casa y con buen juego colectivo, se impuso ante un modesto Nueva Chicago que nunca logró acercarse en el marcador. Otro hecho que se destacó fue una fuerte gresca entre jugadores de ambos clubes.

Con alrededor de 20 personas en el microestadio Jorge Arín, Cañuelas tuvo un buen primer tiempo donde manejó la pelota con la aparición de Laureano Tordini en la base y de Juan Pablo Chico como titular, ambos de buena tarea, el Tambero cerró el primer cuarto 16-12.

En los segundos diez minutos de juego, el trámite se volvió parejo y la visita logró ponerse a tan solo un punto de distancia. Sin embargo, Cañuelas salió enchufadisimo al tercer cuarto y con cuatro triples consecutivos sacó una diferencia de más de diez puntos.

De ahí en más, el conjunto local se dedicó a mantener la diferencia y mantener a su rival alejando en el marcador. A falta de poco más de dos minutos, Octavio Bianchini llegó a la quinta falta y debió ser reemplazado.

El Rojo aguantó y a segundos del final, Juan Pablo Chico recibió una durísima patada cuando preparaba su tiro al aro y sufrió una falta técnica que desencadenó en el enojo de sus compañeros, que saltaron a defenderlo y rápidamente todos los jugadores de ambos equipos se trenzaron en empujones e insultos. Luego de unos minutos, el partido se pudo reanudar y Cañuelas lo ganó 71-61 en final muy caliente.

Por otra parte, cabe destacar que Esteban “Wally” Alem fue el entrenador interino del tambero, ya que Dionel Sánchez estuvo ausente, debido a que se encuentra en Entre Ríos siendo parte de una clínica de básquet.
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Además, en una noche a puro básquet, los dos equipos verdes también tuvieron actividad en la Liga de Esteban Echeverría. El conjunto de primera, venció a Defensores de Glew 67-60 de visitante y estiró su racha a 19 victorias consecutivas. Mientras que la B sufrió una categórica derrota 73 a 26 ante Cultural Guernica, en el Vicente Politano.