A falta de poco más 25' para el final del partido entre Cañuelas y Argentino de Quilmes se vivió una situación poco frecuente en un partido de fútbol.
Cuando los asistentes de la visita estaban atendiendo a Rodrigo Soria (atacante visitante que estaba tirado en el suelo con alguna molestia), Pablo Nieva salió "disparado" rumbo a la zona del banco de suplentes local.
A los pocos minutos se reaunudó el juego, aunque nadie se percató que el experimentado defensor no había vuelto a su posición.
Ante el desconcierto general, el entrenador Mariano Campodónico decidió el ingreso de Emanuel Trejo. ¿Qué había ocurrido? Pablo Nieva tuvo una descompostura, que hizo que tenga que dejar el partido "a las corridas". Insólito.