La sanción del Tribunal de Disciplina de AFA fue vox populi. Se publicó el jueves y Juan Manuel Capistrano fue penalizado con una suspensión de dos meses en su cargo por agredir verbalmente al árbitro Gonzalo Pereira en el partido ante Acassuso por la fecha 15.
El que no se enteró, o no quiso, fue el propio directivo, que estuvo como si nada en el estadio Jorge Arín el sábado. ¿Se viene otra duro castigo para el club por parte de la AFA?
Por el partido ante el “Quemero” fueron suspendidos el jugador Matías Juárez (se fue expulsado ese día), y el preparador físico César Sumay. Ambos se adecuaron a la decisión del Tribunal de Disciplina desde que se conoció el fallo ¿Pero el vice?
Capistrano recibió a la terna arbitral ante Sacachispas, estuvo en la cancha y en la zona mixta, un lugar donde marcó presencia con absoluta impunidad, ya que en más de una ocasión le prohibió el ingreso a la prensa a uno de los sectores preparados, especialmente, para el trabajo de los periodistas.
Durante la derrota 1 a 0 ante Acassuso, el vice se mostró ofuscado contra el juez Pereira, quien fue lapidario en el informe. No es la primera vez que el “Tano” se ve inmerso en este tipo de incidentes con árbitros y comisiones directivas visitantes.
Es más, en varias oportunidades mantuvo altercados con jugadores del CFC. Uno de los referentes del equipo que ascendió en el 2014 casi se fue a las manos y uno de los puntas con mayor proyección del año pasado dijo que “se cansó de las puteadas”.
El castigo publicado en el boletín se apoya en el artículo 248°, que reza: “Suspender de siete días a cinco años al dirigente que agrede o intente agredir, o amenace o cometa cualquier acto inmoral a un árbitro, asistente o jugador”. A la vez, el artículo 252° expresa que “el club es responsable de la infracción cometida, como así también del cumplimiento”.
Entonces, dado que Capistrano hizo la vista gorda ante el “Lila” en el Arín, se esperan más castigos para la dirigencia del club Cañuelas, que todavía busca alternativas para surfear los compromisos con el plantel y las últimas penas económicas por los incidentes a principio del torneo en el estadio.
Por ahora, la comisión directiva se volvió a llamar a silencio, algo que caracteriza a la actual gestión. Es más, no hay indicios respecto sobre alguna determinación interna para con Juan Manuel Capistrano, quien esta vez se extralimitó, incumplió las reglas y puede perjudicar a la institución.