El éxodo de varias jugadoras hacia las ligas de elite dejó un plantel debilitado y eso se notó en el Fútbol Femenino. Luego de un 2023 con resultados que no acompañaron, Mauro Monti se reunió con la comisión directiva y no hubo acuerdo en cuanto a los proyectos en la disciplina.
“Nos juntamos porque querían la continuidad del cuerpo técnico, luego comenzamos a hablar de los objetivos de la temporada entrante y en esa parte no pudimos alinearnos, por eso decidí dar un paso al costado. Hay gente en el club que quiere ver caer a la actividad”, dijo Monti.
El equipo se salvó del descenso por muy poco y terminó el torneo de la Primera C sin alegrías, con seis derrotas y dos empates. “Hicimos una autocrítica, no estuvimos a la altura para revertir la situación y transcurrimos tres meses muy duros donde tuvimos que inculcar conocimientos básicos del fútbol”, agregó.
“El ego de algunas personas terminó perjudicando a las chicas, quienes siempre van a ser las protagonistas. Jactarse de amar a los colores no sirve si no hay capacidad, eso terminó de hacerle mal a la disciplina”, añadió en exclusiva.
Y por último, Monti, quien ya había estado en la institución en los comienzos de la actividad, sentenció: “Me fui tranquilo, intenté reparar el problema que se acumuló por malas decisiones. Agradezco a parte de la dirigencia y a la preparadora física Daniela Frías y al ayudante Paulo Russo”.