Este miércoles, el entrenador de Cañuelas, Fabián Zermatten, brindó declaraciones en la Fm88.1 y dio lugar a brindar sus conclusiones en el segundo ciclo al frente del plantel profesional.
“Nos propusimos tener dos meses de máximo compromiso, porque teníamos que jugar nueve finales y era un gran desafío. Íbamos afrontando de una en una y faltando tres logramos el objetivo. Fue una situación estresante porque competimos con rivales de peso en la categoría”, resumió el entrenador y que “con nuestras armas creíamos que podíamos hacer un trabajo digno y cerramos bien el año. Pero quedó un sabor amargo porque no pudimos ganar el último partido de local con nuestra gente”.
Aunque se cumplió el objetivo por el cual desembarcó en la institución albirroja, el DT se lamenta que CFC perdió en sus dos últimas presentaciones. "Llegamos a la cancha de la UAI ya salvados y tuvimos una charla en el vestuario de alegría, satisfacción y agradecimiento a los jugadores por haber logrado el objetivo... pero intentando enfocarnos en que era muy importante cerrar bien el torneo porque el equipo, la gente y ellos se lo merecen. Y porque también algunos se jugaban la renovación del contrato. Más allá del resultado creo que el equipo entregó todo lo que tenía, pero nos quedó ese saborcito amargo de no haber ganado el último partido de local”.
Con el plantel ya licenciado todo el mes, opinó que “lo que va a pasar en estos próximos tres meses es algo atípico, para mi innecesario este receso tan largo, me parece que, si hubiera habido un receso de dos o tres semanas a mitad de año, eso hubiera quedado más prolijo. Las cosas están dadas así, volveremos el 30 de octubre”.
Con contrato vigente, Zermatten contó que se están dando los primeros movimientos para “la planificación de cara a la temporada que viene, restará resolver la situación particular de cada jugador, es una cuestión que no nos compete, es entre los jugadores y el club. Obviamente el club ya sabe con qué jugadores vamos a contar la próxima temporada”.
Por otra parte, habló sobre el cruce que se produjo en redes sociales del periodista Kike Lucena con Claudio Jara, persona de extrema confianza del gerenciador Miguel Plasencia. “Sinceramente, no entendí mucho lo que quiso manifestar, porque en todo caso fueron los responsables de todo el proyecto del año, los cuatro entrenadores que tuvimos fueron por consenso entre la parte gerenciadora y los directivos, quiero creer que fue así. Entonces no sé a qué apuntó”.
“Mi opinión es que para analizar los procesos de los entrenadores hay que ver los contextos donde uno se encuentra, y nosotros nos encontramos en un contexto a falta de 9 fechas, con 23 que ya se habían jugado, matemáticamente en la última posición de la tabla, con un plantel que no habíamos armado ni elegido, que de repente no sabíamos si estaban a nuestra idea futbolística. Pero cuando nos llamaron no pensamos en todo eso, pusimos el pecho a la situación, dejamos de lado las diferencias, con el único objetivo de mantener al equipo en la categoría y lo logramos, independientemente de los porcentajes de puntos, que era en definitiva lo que todo el mundo quería y deseaba. Por eso no entendí a que iba referido el mensaje y los detalles del porcentaje de puntos de los entrenadores”.
De cara a su continuidad, reflexionó: “Yo me veo adentro del club, de hecho, tengo contrato hasta julio de 2024, mi predisposición está y me ilusiono con armar el plantel para el año que viene, después habrá que ver las decisiones que toman las autoridades del club”.