El triunfo del fin de semana ante Fénix parecía que podía generar cierta calma en las arenas movedizas del CFC, sin embargo la semana comenzó con un noticia que tomó por sorpresa a varios integrantes del mundo Tambero. Mediante una carta que hizo llegar a través de una persona de confianza que integra la Comisión Directiva, Juan Manuel Capistrano, vicepresidente primero de la institución, notificó a sus pares albirrojos que entró en licencia hasta tanto concluya la participación del equipo profesional en la actual temporada de la Primera "B" Metropolitana.
Por qué "Tano" tomó esta drástica decisión. Todo indica que el detonante fue un cortocircuito con algunos miembros de la CD y una relación insostenible con el grupo gerenciador que tiene como caras visibles a Miguel Plasencia y Claudio Jara, asesor de confianza del empresario. El motivo final habría sido que la dirigencia había definido unánimemente adoptar ciertas medidas restrictivas para con la parte inversionista, entre las cuales estaba la ubicación en el estadio que debían respetar Plasencia y compañía, los días de partido.
En uno de los últimos encuentros que CFC hizo de local, frente a San Miguel, Capistrano, notificado de que se estaba rompiendo el pacto de que Plasencia y Jara debian permanecer fuera de la zona de vestuario, fue urgente a transmitirle la situación a los dirigentes y recibió como respuesta, contradiciendo lo que se había consensuado en la reunión de comisión directiva, que se debía evitar encontronazos porque no ayudaba al momento que vive el club.
Esa tarde, el vicepresidente, muy caliente con lo ocurrido, decidió abandonar el Arín y ni siquiera vio el partido, decisión que repitió el último sábado contra Fénix.
La salida del entrenador Rolando Bertolini, el desembarco de Fabián Zermatten y las desprolijidades que se observan a diario llevaron a que Capistrano decida dar el portazo. Las diferencias entre la gerenciadora, los dirigentes (no había total acuerdo para la contratación de Zermatten) más el desgaste propio de la gestión ya que Capistrano también formaba parte del grupo que toman decisiones en torno al fútbol formativo y, también, con un rol importante en la sede respecto a las cuestiones operativas del día a día, generaron un combo explosivo que terminó con el pedido de licencia.
También corresponde preguntarse si esto, mas bien que una licencia, no es una salida elegante del vicepresidente, teniendo en cuenta que es una figura cuestionada puertas adentro de la institución. Incluso, si la relación con la empresa gerenciadora no tiene retorno será difícil imaginar, salvo que le asignen otro rol, a Capistrano nuevamente en funciones. El contrato entre el club y Miguel Plasencia concluye en diciembre de 2024, pero el mandato del vicepresidente expira en diciembre de este año.
Por último, en la mañana de este miércoles, el secretario de la institución, Santiago Gabrielo, le comunicó lo sucedido al cuerpo técnico de Primera División y le anunció que a partir de ahora las tareas de Capistrano serán absorbidas por el propio Gabrielo y el presidente del club, Marcelo Ponce.