El resultado del monitoreo ambiental para la detección de agroquímicos y plaguicidas en el partido de Lobos fue realizado por el laboratorio de Plaguicidas del INTA Balcarce, a cargo de la Dra. Virginia Aparicio, y con la ayuda de los vecinos del distrito. Esta fue la primera etapa del estudio.
Radio NacPop habló con Sebastián Díaz, integrante de la organización Fuerza Ecológica de Lobos, quien aseguró que la comunidad está en “un problema grave. Nos encontramos con agroquímicos en todos los lugares que analizamos y básicamente lo que nos encontramos en este momento es que nos llueven agroquímicos, nos llueven insecticidas, nos llueven herbicidas y que cada vez que un habitante, un ciudadano de esta ciudad o de localidades vecinas abran la canilla de su casa, estará bebiendo no solamente arsénico, como ya es conocido, sino que también por ejemplo nos encontramos con dosis 45 veces superiores de lo permitido”, expresó profundamente preocupado.
Los resultados publicados aseguran que se hallaron 11 plaguicidas en aguas subterráneas a diferentes profundidades, incluso las utilizadas por las estaciones de bombeo municipales (a 50 m de profundidad). Para que entendamos la gravedad de esta situación tomemos como ejemplo uno de los herbicidas encontrados, el 2, 4 D. En la bomba 19, perteneciente a la red de agua corriente de Lobos encontramos niveles del herbicida 2 4 D, que están 45 veces por arriba de lo aceptado por la Unión Europea que es la referencia tomada por el INTA en estos casos”.
“Celebro que empecemos a tratar este problema, no solamente como un problema ambiental, sino como un problema socioambiental que afecta a todos por igual. Es fabuloso porque siempre se nos trató como en un plano superior que podíamos hacer uso y abuso del ambiente, de la naturaleza sin consecuencia”, opinó Díaz.
Si bien el estudio se realizó recientemente, es una problemática que los vecinos de la localidad vienen tratando hace tiempo. "Nosotros comenzamos la lucha a raíz de un proyecto del Centro de Ingenieros de Lobos, que básicamente lo que hacía era poner una distancia apta de 50 metros para las fumigaciones terrestres. En algunos lugares con cero metros le parecía suficiente, no se protegía el espejo de agua, no se protegían las escuelas rurales, no se protegían los pueblos rurales, los establecimientos turísticos ni tampoco la planta urbana. Resulta irónico si para proteger un cultivo se pide 1500 metros de distancia, como podes pretender que para proteger una población o, en este caso, detectar la presencia de agroquímicos en las plazas te den 50 metros. Es una locura, el discurso hace agua por todos lados”, explicó.
En el informe del INTA se registra el “hallazgo de diez plaguicidas en la muestra de agua de lluvia tomada en la plaza principal de Lobos el 8 de abril de este año. Nos llueven en la cabeza herbicidas e insecticidas, las mayores concentraciones fueron de Atrazina, Fipronil y otra vez 2 4 D. Se tomaron muestras además de los árboles dentro del casco urbano para medir el impacto de estas aguas y vapores contaminados en el material vegetal, y nos encontramos para nuestra sorpresa con seis plaguicidas a pesar de que esperábamos encontrar uno o dos".
Respecto a la contaminación de los suelos en los espacios verdes de uso público, las plazas y los sectores recreativos de escuelas: "Tomamos muestras en la Escuela N 3 de Chacras y en la plaza 1810. Allí también encontramos 5 plaguicidas. Debajo de los juegos de la Escuela N°3 registramos importantes cantidades de glifosato y también en la plaza principal de Lobos", señaló Díaz.
Y por último, agregó que "la contaminación de los arroyos y canales que llevan agua y sedimentos a nuestra querida Laguna de Lobos. En estos cursos de agua encontramos 12 plaguicidas debido posiblemente al lavado de los campos de cultivo durante los eventos de lluvia, y en los sedimentos también encontramos siete plaguicidas mayormente glifosato, 2 4D y clorpirifos".
"Esto es un problema que abarca a todos por igual no es solamente en Lobos. Cañuelas, Roque Pérez, Monte, Navarro todos tienen la misma metodología de trabajo y se aplican las mismas dosis que se aplican acá en Lobos, así que lo que nosotros hicimos es el puntapié para contagiar y para tratar de hacer algo un poco más abarcativo y empezar a planificar algo a un nivel más global, y porque no, también acompañar las luchas de las ciudades vecinas, de los partidos vecinos”, expresó.
El estudio también alerta sobre las patologías que arrastran estos químicos en la salud de las personas y la falta de lugares a donde recurrir en caso de padecer alguna de ellas. “Tanto la Atrazina como el 2,4 D y el glifosato encontrados en casi todas las muestras en cantidades alarmantes son considerados disruptores endocrinos o sea que pueden provocar enfermedades de la glándula tiroides y de otras glándulas del sistema endócrino. Además muchas de las sustancias encontradas son probables causantes de cáncer en humanos”, remarca el informe.
“Sucede que el Hospital de Lobos es un hospital pequeño y no está estructuralmente preparado para estas patologías, para este tipo de problemas. Entonces lo que hacemos los ciudadanos cuando tenemos una afección en nuestro cuerpo, nos dirigimos a La Plata, a Buenos Aires, a las ciudades vecinas, entonces no hay un real control, una real estadística sobre afectaciones a las personas”, consideró Díaz.
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