El nombre de la Avenida Libertad hace varios años que está en el centro de la escena, en puja. La calle principal de Cañuelas, a fines del 100 recibió el nombre de Buenos Aires, luego fue modificado por el ex intendente Miguel Yrigoyen y en 1953 fue rebautizada por el de Eva Perón.

Pero con la irrupción del gobierno de facto denominado “Revolución Libertadora”, que en 1955 derrocó a Juan Domingo Perón y bombardeó la Plaza de Mayo, asesinando a 308 personas e hiriendo a más de 800. Esa dictadura cívico-militar eliminó todas las menciones del peronismo en calles, plazas y espacios públicos, incluida la de la calle troncal de Cañuelas, que dejó de denominarse Eva Perón para pasar a llamarse “Avenida Libertad”, en clara alusión a los tiempos políticos que se imponían en 1955 y camuflando la "libertadora", en un cartel con tres letras menos.

La semana pasada el Frente Sindical envió al Concejo Deliberante una carta pidiendo que se evalúe volver a ponerle el nombre de Eva Perón a la arteria principal de la ciudad.

Pero por tal motivo, y en contraposición, un grupo de “vecinos” liderados por los ex dirigentes de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, Ruth Casey y Juan José Iñiguez, de fuerte enfrentamiento con el gobierno local y acérrimos críticos del peronismo, realizaron una juntada de firmas para oponerse a la iniciativa.

Entre los argumentos expuestos, los firmantes explican que “Libertad, hace 65 años existe en nuestras vidas, (desde 1955), una a todos los vecinos dado su significado inequívoco, que trasciende ideas y pertenencias políticas, pudiendo, como habitantes de este partido, sentirnos partes sin importan nuestra militancia o falta de ella. Invitamos a reflexionar a brindar un tinte estrictamente partidario a nuestra principal avenida, no se puede desconocer que la modificación generaría rispideces en lo cotidiano que los vecinos no necesitan en este momento”.

Además, en otro punto, afirman que “este cambio, generaría erogaciones y contratiempos innecesarios, en momentos donde es tan dificultoso transitar lo cotidiano”, para luego sugerir que “apoyamos la decisión de destinar el nombre propuesto a nominar un barrio, institución o calle que no involucre las principales arterias cañuelenses, lo que no generaría trastornos para los habitantes y viajantes o turistas que ya reconocen la Avenida Libertad y similares como tales”.

Para finalizar el escrito, “expresamos que la presente no significa un desconocimiento de la trascendencia de la figura que Eva Perón tiene en la historia, sino, un aporte para favorecer la amistosa convivencia entre vecinos procurando no cargar todos los aspectos de la vida con connotaciones político partidaria. Abogamos por la prudencia considerando que es no la intención dividir a los cañuelenses, para quienes la Avenida Libertad, siempre será, la Avenida Libertad”.

Lo cierto y más llamativo de la carta, es que según los impulsores la figura de Eva Duarte generaría divisiones en la sociedad y con ello se cargarían con cuestiones políticos partidarias la cotidianeidad, pero no así, que el nombre actual de la principal arteria de la ciudad represente a una de las dictaduras más sanguinarias de la historia argentina, como tampoco les genera controversias que otra de las dos calles principales sean Bartolomé Mitre y Bernardino Rivadavia.