Las clases virtuales crecieron exponencialmente en los últimos cien días. Deportistas profesionales, corredores y gimnastas amateurs concentran una hora diaria de su vida “acuarentenada” en no retroceder escalones en su rutina física.
Con bidones, pesas caseras y música convierten el living en un mini gimnasio para seguir su preparación física, guiada por el profe o preparador físico de su club. Pero no siempre realizar ejercicios a distancia se convierte en un plan benévolo para nuestro cuerpo.
La irrupción de los “influencer fit”, seguidos por cientos de miles de personas, se convirtieron en un arma de doble filo para el publico que busca mantenerse en forma o bajar las calorías generadas por una mala alimentación o por el alma de cheff que afloró en la mayoría, que dispone de tanto tiempo en casa.
Los “cardios” de la buena onda, además de generar un cambio deben ser planificados por profesionales capacitados y no por animadores sin conocimientos. Y lo ideal sería que conlleve un seguimiento personalizado y presencial de la actividad, para corregir posturas y errores comunes de una persona que no tiene la técnica de los movimientos incorporada.
“Creció el número de lesiones debido a seguir "rutinas" de entrenamiento guiadas por influencers, entrenamientos llevados a cabo en sus casas, siguiéndolas por redes sociales sin tener en cuenta su estado físico o preparación Es preocupante que se le de mas importancia a la palabra de los “influencer" que a la de alguien capacitado en el tema, debido a la cantidad de lesiones articulares o musculares presentadas en los últimos días”, señaló César Sumay, profesor de educación física
“Partiendo de la base: una " rutina "es algo cotidiano de todos los días, si el sujeto que entrena lo tiene como hábito en sus días, esta bien llamarlo de esa manera, pero el nombre propiamente dicho es plan de entrenamiento. Al tener más tiempo de lo habitual, la gente optó por entrenar en casa y esto llevo a tener contrapartidas”, agregó “Chicho”.
“Hay gente sedentaria que pasó de 0 a 100, donde no entrenó por mucho tiempo o nunca, y eso conlleva a un riesgo de lesión debido a la no supervisación del entrenado y eso a la larga o a la corta pasa factura. Debemos saber que los entrenamientos no son para todos iguales. Por poner un ejemplo, si viene “Beti”, que es mi vecina y es sedentaria, yo no puedo ponerla a hacer un trabajo intermitente donde no para de hacer un ejercicio durante un minuto, porque va a llegar a un agotamiento rápido, una mala ejecución de la técnica del trabajo, con lo cual, compra todos los números para un dolor articular o muscular”, expresó Sumay.
De hecho el nivel de lesiones en los deportistas profesionales es alto en la vuelta a la actividad. “El ejemplo claro es de la Bundesliga (campeonato de fútbol alemán) que sumó muchas lesiones en la vuelta a los partidos. No podemos pretender que entrene de la misma manera en su casa, que en el campo de juego, no posee las mismas herramientas que en el club”, cuenta Cesar, que sintetiza que lo ideal sería que “una persona con obesidad o hipertension, o un desentrenado, no realice la misma rutina un deportista o alguien con el hábito de entrenar, porque eso lleva una adaptación a los entrenamientos. Lo mejor seria arrancar en una adaptación física, hacerlo de menor a mayor, siempre va de la mano, de una buena y sana alimentación.
Escuchá la entrevista con César Sumay, en el aire de la FM88.1: