Desde un tiempo a esta parte los Bomberos de Alejandro Petión se quejan de las condiciones de los autobombas del cuartel, aduciendo gravísimos desperfectos mecánicos y técnicos (coches con cisternas pinchadas, cabinas de camiones destrozadas y hasta puertas atadas literalmente con pedazos de soga, entre otros desperfectos).

Por este motivo, el pasado lunes notificaron al cuartel central de Cañuelas que seguirían con sus actividades pero dejando en claro que no se encuentra ninguna unidad en condiciones operativas. Desde la CD le advirtieron que de sostener su postura, los efectivos de Petión serían declarados en rebeldía por desacato al reglamento, mientras que les habrían asegurado que no les enviarían ninguna autobomba. Ante algún siniestro, la determinación que se tomó fue que se hagan presentes las unidades de Cañuelas con personal del mismo.

No obstante a la advertencia, desde el corredor de Ruta Nº 205 siguieron firmes en su reclamo, por lo que este miércoles el conflicto detonó: en primer término, la Comisión decidió prohibir que estos hagan sonar la sirena ante una emergencia, disponiendo así que, ante un llamado, la sede raíz se encargue de acudir al lugar.

Finalmente, en horas de la noche la problemática tocó su punto más álgido, el bombero de guardia les avisó a sus compañeros que llegaban a cumplir tareas por esas horas que por órdenes del cuartel central tenían prohibido el acceso a las instalaciones.

Incrédulos, los efectivos presentes organizaron de improviso una reunión -de la que incluso formaron parte vecinos que se habían acercado a interiorizarse del tema-.

Tras la asamblea trascendió que acordaron vía telefónica una reunión con el intendente Gustavo Arrieta para conocer detalles del cuadro de situación.

Lo cierto es que por estas horas (y hasta que se destrabe el conflicto) las puertas del Destacamento de Alejandro Petión permanecen cerradas.